Los jóvenes se encontraron en la parroquia Nuestra Señora de la Paz, que es una referencia. Ya hubo escuelas de ciudadanía. Lo viven como un espacio plural sin identificación religiosa. El común denominador de la convocatoria implica construir un humanismo nuevo, enfocado en el bien común de la sociedad.
Hoy la política se juega con signos, ¿Atrae el conocimiento y la reflexión?
Se mostraron muy entusiasmados y propiciaron una primera reflexión sobre “que es ser militante hoy”. Porque ven con mucho dolor que a veces la militancia es la descalificación del otro, el insulto, reunirse para desacreditar al adversario. Hicimos una primera convocatoria a partir de un grupito promotor que es plural y multipartidario. Hay jóvenes de 20 a 30 años del Frente para la Victoria, de De Narváez, Del Gen de Margarita Stolbizer, del partido de Gustavo Posse, en San Isidro; de partidos vecinales, del radicalismo, de organizaciones sociales.
Para ellos no debe ser fácil militar con el pragmatismo en boga...
Muchas veces tienen el sinsabor de que a los viejos militantes les interesa mucho más la gestión o el pragmatismo que la matriz de pensamiento que establece las políticas. Que cada cual ponga en discusión sus propios parámetros, sus esquemas de valores e identifiquen un proyecto común, desde el primer día de taller. Que a la hora de actuar vean como lo hacen desde una matriz de pensamiento ¿Está bien lo hecho? No lo está. ¿Pienso en el otro o en mi interés privado? Pensar de un modo interactivo entre ideas y prácticas.
¿Hay lugar para el bien común en el pragmatismo?
Hay un vacío de ideas o de ideologías. Eso también los jóvenes lo sufren mucho porque si bien ellos le dan valor a la característica de la acción, de hacer cosas concretas a la hora de articular propuestas hay un cuestionamiento: qué es lo éticamente correcto, qué no, por eso la propuesta de este cursos es ideas y acción. Frente a la resolución de problemas que ellos identifiquen, comunes a los municipios, nos preguntaremos ¿Desde donde vamos? ¿Desde que ideas lo resolvemos?.
¿Se sienten contenidos los jóvenes en sus partidos?
Hay zonas grises. Por un lado les dan cabida pero ellos sienten que a veces los tienen como cadetes, para llevar las listas a los organismos, volantear. Nosotros al plantear el tiempo para el curso teníamos esta “amenaza preelectoral”. Ellos dijeron que arranquemos igual, porque otra señal que quieren dar es que la construcción política no es solo el periodo eleccionario. Nos interesa siempre, hacer una lectura crítica de la realidad, enfocar críticamente cómo respondemos al bien de la sociedad, que para esto se compromete uno en la política.
¿Los desvela la comunicación como a los adultos?
Ellos quieren profundizar los mecanismos comunicacionales tanto en como recepcionan las demandas de la sociedad y como son capaces de transmitir hacia el pluralismo. El tema comunicacional salió como un eje muy importante porque los jóvenes sienten que hay una fragmentación muy grande entre la sociedad y la comunicación política.
La comunicación de lo político está hipermediatizada...
La mediatización parcializa de tal manera la información, que llega a la ciudadanía con esquemas hasta perversos, por ejemplo, la seguridad versus la promoción. En lugar de dar tranquilidad a la sociedad, se la desconcierta, se la confunde. Son mensajes que polarizan en lugar de mostrar una práctica de consenso o concertación, que ayuda a superar los momentos críticos.
¿Qué otros ejes tiene el curso?
Hay tres grandes ejes: Gobernabilidad y desarrollo humano para superar la cuestión economicista y tener un a visión integral del desarrollo. Comunicación y el tercero que es Transformación de conflictos, es decir, armar esquemas participativos de mesas de concertación.
¿Problematizan la crisis global?
Hoy existe el concepto de lo glocal. Pensar globalmente y actuar localmente. La idea es que precisamente, estamos más interrelacionados. La última crisis financiera es otra evidencia de que, no obstante, nuestros países, como América latina, teníamos un cierto blindaje por los años de crecimiento sostenido, de 2003 a 2007. En la Argentina, por ejemplo- estamos igual sufriendo la crisis porque frente a grandes mercados consumidores como el de EEUU y Europa que están en recesión, ¿Dónde colocamos el sector de la producción que vive también de la colocación de productos en el exterior?
¿Lo global se engulle lo local?
No, justamente, en lo local yo veo mayor éxito. Hay gestos a nivel de las políticas nacionales de buscar un mayor equilibrio social, mayores posibilidades de achicamiento de la brecha, pero los resultados se verifican más a nivel local. Hay una fuerza que viene de abajo hacia arriba que está generando cambios que son también culturales, por eso cuesta tanto. Saber que estamos cada vez más interconectados por efecto de la globalización pero que eso no nos exime de buscar nuestra propias agenda de desarrollo local.
Los jóvenes tienen un plus: no tienen que rendirle tantas cuentas al pasado...
Si de los jóvenes se canaliza toda la idealidad, la pasión, la energía puesta en la sociedad en un desarrollo integral solidario, son fantásticos. Cuando se los forma desde una óptica individualista, economicista, se los forma muy mal y son a veces hasta peores que las clases que los precedieron.
Entran a tallar los valores...
Muchas veces se habla de una carga utópica de los años 70, 80. Que ahora los jóvenes no la tienen porque crecieron en esta política de los 90 individualista. Por eso es bueno que aprovechen esta instancia, estamos convocando a jóvenes de 20 a 30 años, y en el grupo promotor plural hablaban con mucha naturalidad, sin recelos.
¿Van a construir política como parte del curso?
Va a haber una primera parte disparadora, dinámica. Otra parte de contenido teórico, a partir de la formación que tienen. En cada reunión la mitad de tiempo va ser el diseño de un proyecto concreto que ellos decidan. Hacer el cable a tierra de lo que se pueda ver a nivel teórico, formativo y conceptual con la práctica. La transversalidad es posible desde visiones plurales e ideologías diversas.
Pastoral Social Diocesana
