En el apretado universo de Echegaray, valen todos los malabares: "ingeniería fiscal", le llama a esa gimnasia. Como haber liberado a la exportación 1,5 millón de toneladas de trigo contra el pago cash de las retenciones. Algo parecido puede haber ocurrido con una autorización igual, anunciada ayer, para ciertos cortes de carne.
La AFIP tiene pisados, hoy, casi 2.000 millones de pesos que le reclaman los exportadores por devolución del IVA Aduana y reintegros. Se acumularán bastante más en lo que resta del año, pero no piensan levantar el pie de esa plata: alegan que allí hay operaciones transadas a través de paraísos fiscales, abultadas, evasión y otras maniobras que se investigan cruzando datos con el Banco Central.
En cambio, este mes se le pagaran 300 millones a los exportadores. Y el argumento es que corresponden a operaciones que no pasaron por paraísos fiscales.
Echegaray espera que pronto la Procuración del Tesoro encuentre, y anuncie, una interpretación legal sobre un punto crucial del blanqueo de capitales, que no fue contemplado en la ley. En concreto: levantar la traba que impone la Ley Penal Cambiaria para las divisas no declaradas desde 2002.
En su despacho frente a la Plaza de Mayo, el jefe de la AFIP tiene una enorme pantalla que le canta al instante la recaudación impositiva que entra al Banco Nación. "Quizás no sea mucho más, pero este mes vamos a estar arriba de los 20.000 millones de pesos. Hoy ya andamos cerca y faltan varios días". Es lo que contaba ayer gente con acceso a la pantalla.
A como sea, el objetivo de Echegaray es que el promedio mensual del año le de por lo menos 20.000 millones. Claro está que esa cuenta hay muchísima plata de la ANSeS y de las ex AFJP. En el primer trimestre, la recaudación aumentó un 13 %, pero la impositiva pura apenas 4 %. Aun así, los recursos finales de abril no van a resultar mucho mayores a los 20.200 de abril del año pasado.
Y como todo ingreso es bienvenido, aunque en origen haya sido mal habido, ahora mismo Echegaray está considerando una idea que le acercó el Banco Hipotecario. Consiste en lanzar una fuerte línea de cédulas hipotecarias, a través de las cuales se direccionaría dinero evadido hacia inversiones en viviendas. Según el blanqueo, la inversión inmobiliaria está entre las operaciones que pagan la tasa más baja del 1 %.
Hasta ahora las presentaciones para regularizar obligaciones fiscales suman unas 23.000: el grueso, moratoria impositiva y muy pocas, blanqueo. Allí hay otra gran apuesta de Echegaray, pero en el camino al 31 de agosto, cuando vence el plazo para adherir, se cruza un dato crucial: la elección del 28 de junio y el propio resultado.
