La defensa del policía había solicitado al TOC 1 la absolución del policía por considerar que se trató de una relación sexual consentida.
Romero, quien no estuvo presente en la sala de audiencias durante la lectura del veredicto ya que prefirió quedarse en el penal en el que se encuentra detenido, fue acusado de haber abusado sexualmente de Débora Correa (19).
El hecho ventilado en el juicio ocurrió el 4 de agosto de 2007, cuando, según contó la propia víctima a la prensa, se peleó con sus padres y se escapó de su casa en Garín, partido de Escobar.
El padre la fue a buscar a Benavídez y allí le mostró una foto de su hija al sargento Romero que más tarde la encontró en una estación de servicio.
Según la denuncia, Romero llevó a su compañero de móvil a la comisaría y regresó a buscar a la joven.
La chica se subió al patrullero, incluso lo manejó, y cuando el policía le dijo que la llevaba a su casa o a la comisaría, la chica se negó.
Según el relato de la víctima, luego pararon en un descampado donde el policía le dijo: "Esto tiene un precio. No te llevo a tu casa pero quiero tener algo con vos".
Siempre según la denuncia, allí la violó dentro del patrullero y después la dejó en un hogar.
El caso se conoció al día siguiente cuando la chica radicó su denuncia en la comisaría de la Mujer en General Pacheco, desde donde se dio intervención al entonces fiscal de Pilar, Gonzalo Acosta, quien ordenó la detención de Romero.
Tras ser aprehendido, el sospechoso se negó a declarar en su indagatoria ante el fiscal, al tiempo que fue desafectado de sus funciones por disposición del Ministerio de Seguridad bonaerense.
Fuentes de la investigación indicaron que al momento del hecho la chica era virgen pero que el chequeo médico practicado luego de efectuada la denuncia reveló que tuvo relaciones sexuales ya que presentaba un desgarro en la zona genital.