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La autopsia revelo que la niña asesinada tras rapto en Córdoba fue arrojada "viva" a un pozo

La niña Sofía Arias, asesinada tras ser raptada de su casa al parecer por el mismo hombre que mató a su madre, fue arrojada "viva" al pozo donde la policía halló su cadáver días atrás, determinó la autopsia.
La fiscal María Antonia de la Rúa confirmó hoy que la autopsia practicada al cadáver de la niña reveló que la víctima fue arrojada "viva" a un pozo de 40 metros.

Además, señaló que su muerte al parecer se produjo el lunes 16 de marzo, cuando fue encontrada sin vida su madre, Mirta Arias, de 37 años.

La niña cayó viva al fondo del pozo y en el agua murió por un shock cardiogénico irreversible, indicó la autopsia.

La fiscal dijo que en su deceso también influyeron el estrés vivido en los momentos previos, una fractura en el fémur y la temperatura del agua del pozo. De la Rúa ratificó a radio Universidad que "no hay dudas que fue arrojada viva, el forense estima que la muerte data de cuatro días, eso nos ubicaría en el día lunes, día del fallecimiento de la madre".

La niña, según la investigación judicial, fue asesinada por Gustavo Rolando Gaitán Juncos, de 23 años y novio de Arias.

En ese marco, fuentes del caso dijeron que al parecer Gaitán Juncos mató a la mujer en una casa de barrio Sacchi, raptó a la niña, la arrojó viva al pozo y luego se suicidó en la cantera 5 de Malagueño, al oeste de esta ciudad.

"La autopsia de Juncos demuestra que murió también el lunes por un fuerte traumatismo de cráneo", dijo la fiscal.

Al parecer el joven se arrojó de un risco e impactó su cabeza contra una piedra.

La búsqueda de Sofía Arias tuvo en vilo la semana pasada a toda la ciudad de Córdoba, hasta que el viernes su cadáver fue hallado cerca de un molino abandonado, en un pozo de unos 40 metros, entre las canteras de Malagueño y barrio Sacchi.

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