Esto significa una reducción de 1,5 puntos porcentuales con relación a 2007, cuando 2/5 de trabajadores eran irregulares.
Según se desprende de la información oficial, la cifra de empleados en la informalidad es del orden de los 4.278.000 trabajadores.
La Población Económicamente Activa (PEA) -hombres y mujeres en condiciones de trabajar- se calcula en aproximadamente 16 millones de personas.
Sobre ese total hay un 7,3 de desocupados (según el último informe oficial) por lo que las personas con trabajo se ubican en 14.800.000.
A su vez, el 76,4 por ciento de este universo son asalariados, lo que equivale a 11.319.424 personas. Finalmente el 37,8 por ciento de este grupo resulta unos 4.278.000 individuos.
El norte del país es la zona geográfica con mayor grado de informalidad. En el noroeste el empleo no registrado representa el 45,3 por ciento del total, mientras que en el noreste alcanza al 44 por ciento.
En tanto, en Cuyo el 39,9 por ciento de los empleados no está anotado legalmente, mientras que en la región pampeana es de 36,1 por ciento.
La mejor situación laboral se vive en la Patagonia, donde la informalidad afecta al 23,5 por ciento de los empleados asalariados.
Cuando la división se realiza por provincias, el peor índice se observa en Santiago del Estero, donde casi la mitad de los trabajadores (el 49 por ciento) lo hace en la informalidad.
Pegada a Santiago del Estero se ubica Jujuy, allí el 47,3 por ciento de los empleados no está regularizado.
