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Prisión preventiva para la pareja acusada por el crimen de Garrido en San Isidro

Néstor Luque y Débora Acuña seguirán presos tras lo decidido por el juez de Garantías de San Isidro Rafael Sal Lari. Están acusados de asesinar al capitán de la policía bonaerense cuando intentaba evitar un robo en un local de ese partido bonaerense, el 17 de febrero.
La pareja detenida por el crimen del capitán de la policía bonaerense Aldo Garrido, ejecutado al intentar evitar un robo en un local del partido de San Isidro el 17 de febrero pasado, seguirá tras las rejas, ya que el juez de la causa le dictó la prisión preventiva.

Fuentes judiciales informaron hoy que el juez de Garantías de San Isidro Rafael Sal Lari le dictó la prisión preventiva por homicidio criminis causa -para procurar la impunidad del robo- a Néstor Luque y Débora Acuña, ambos de 29 años, detenidos el 18 de febrero en su casa de la localidad bonaerense de Pablo Podestá.

El pedido de prisión preventiva fue solicitado a Sal Lari por el equipo de fiscales de San Isidro encabezado por Diego Callegari, conformado a instancias del fiscal general Julio Novo para esclarecer el hecho.

La pareja acusada fue detenida a horas de la ejecución de Garrido y en su casa se hallaron las dos armas utilizadas para cometer el ataque, entre ellas la del propio policía.

Los pesquisas determinaron que el hombre de la pareja había salido de prisión el 2 de febrero, es decir 15 días antes del crimen, tras ser excarcelado por un tribunal oral de San Martín en una causa por robo calificado.

Al ser apresados, Luque y Acuña se hallaban junto a su hijo de 5 años y un hermano de la mujer en la vivienda de Benito Pérez Galdós al 8700, del partido de 3 de Febrero.

Los investigadores dieron rápidamente con los sindicados como autores del homicidio porque cuando la Policía Científica llegó a la escena del crimen halló dos boletos de un colectivo que los acusados habían tomado esa mañana desde Podestá a San Isidro y una foto de un llavero con el rostro de su hijo.

Con el dato de que los delincuentes podrían vivir en Pablo Podestá, personal de la DDI de San Isidro fue a recorrer algunos jardines de infantes de la zona, donde pedían ver fotografías de los alumnos.

En uno de los establecimientos se encontró una foto grupal de un acto de fin de año en la que aparecía el niño y las autoridades dieron a la Policía el nombre del alumno y el domicilio de la familia.

Al entrar a la casa, los policías se encontraron con varios bolsos que daban indicios de que la pareja estaba a punto de escapar. "Las armas están escondidas en el baño", les dijo Luque a los policías apenas los vio y allí se secuestraron una pistola calibre 9 milímetros y un revólver calibre 32 que, tras los peritajes, se comprobó que eran el arma reglamentaria robada de Garrido y otra usada en el asalto.

Según el resultado final de la autopsia, Garrido, de 61 años, recibió dos balazos de su propia arma y otros dos del otro revólver cuando quiso evitar un asalto al local de venta de ropa masculina "Kevingston" situado en Chacabuco 361, a la vuelta de los tribunales de San Isidro

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