Las pensiones no contributivas fueron otorgadas a personas que reúnen las condiciones de vejez, invalidez o madres de siete o más hijos.
“La entrega de pensiones no contributivas – dijo Morales- es una función esencial de un Estado presente y promotor. En el año 2003 el cupo de pensiones estaba cumplido y sólo se podía dar una nueva pensión cuando se producía una baja, es decir cuando una persona fallecía o se curaba. Y hay que entender que esto no es un beneficio, sino un derecho, por eso se llegó a la decisión de incrementar el presupuesto en la partida de pensiones para otorgarlas a todas aquellas personas que tienen derecho a recibirlas”, sostuvo la funcionaria.
“Para desarrollar este programa de pensiones –destacó Morales- contamos por suerte con la ayuda del municipio de San Isidro, ya que no tenemos tantos brazos para estar en todos lados. Por eso agradezco el compromiso de esta comuna”, concluyó la secretaria Ejecutiva del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales.
Por su parte, el intendente Posse expresó que la entrega de estas pensiones confirma una voluntad de inclusión. “Y que todos las puedan recibir significa que no hay más cupos, es decir, que ya no existe esa famosa barrera que es la primera discriminación”, subrayó Posse.
“Estas pensiones deben entenderse como un derecho universal que tienen todas las personas en la Argentina y nadie debe creer que con esta ayuda están solucionados los problemas de los beneficiarios y de sus grupos familiares. Pero si hay que creer que con este trabajo conjunto estamos intentando salir adelante”, sostuvo, luego, el jefe comunal.
Durante la ceremonia, se entregó de manera simbólica diez pensiones. Las recibieron María Cristina Banegas, Liliana Suárez, Estela Ugarriza, Rosa Cardoso, María Isabel Bareiro, Agustín Góngora, Verónica Soledad Estrada, Daniel Hugo Morales, Esther Vega y Romina Blas.
Luego, el resto de los vecinos recibió sus respectivos carnets para el cobro de pensiones no contributivas.
