Por la cuarta fecha del torneo Clausura, San Martín había empezado arriba en el tanteador por un tiro-centro de Marcelo Perugini, pero luego Carlos Luna anotó dos veces para Tigre, primero con un remate de aire y luego con un cabezazo.
Para los de Diego Cagna se trató del primer punto en la competencia, pero tuvo además sabor a poco porque se imponían hasta el minuto 3 de plazo adicionado.
En cuanto a los albirrojos, la unidad tuvo su valor por lo que costó, por todo el esfuerzo que hubo que hacer, pero de local precisa una consecha mucho mejor, ya que sigue en zona de descenso directo.
En el primer tiempo de fútbol puro hubo poco porque fallaron los encargados de la creación, César La Paglia en el local y Matías Giménez, en la formación visitante.
El rendimiento de La Paglia fue intrascendente porque careció de iniciativa propia y porque sus compañeros distaron de confiar en él.
Por el lado de Tigre, Giménez tampoco fue la alternativa necesaria para abastecer a los delanteros Luna y Leandro Lazzaro.
Por eso en los dos conjuntos hubo abuso de pases largos y sin destino seguro.
Lo mejor de la alineación conducida por Carlos Roldán lo aportó Gustavo Ibáñez porque superó con frecuencia a un Rodolfo Arruabarreño al que por entonces se lo notó permeable.
Precisamente Ibáñez desbordó por derecha y habilitó a La Paglia, quien, parado como centrodelantero, perdió en el duelo con Islas. Pero la acción continuó y Perugini envió una suerte de centro que pasó entre varios futbolistas y sorprendió al arquero, por lo que tomó forma el 1-0.
Tigre proponía poco como para alcanzar la igualdad, pero un disparo fenomenal de Luna sorprendió a Marcos Gutiérrez y determinó el 1-1. En esa escena Luna agarró la pelota en el aire y la clavó en el ángulo derecho.
El primer tiempo se cerró con un disparo de Diego Leyes que pasó muy cerca del travesaño.
En la segunda etapa Tigre se colocó 2-1 a los 10 minutos por un cabezazo preciso y oportunó de Luna y desde entonces se limitó a proteger la ventaja con alma e Islas. San Martín se fue con convicción y actitud en procura de la paridad y realizó méritos de sobra como para lograrla.
Hubo, a modo de ejemplo, una asistencia de Nicolás Herrera para Raúl Saavedra y el marcador lateral terminó su proyección con un remate que pegó en el poste izquierdo.
Pero la persistencia de San Martín tuvo su premio consuelo cuando el plazo se acababa y Quinteros superó un vallado humano para poner un razonable y emotivo 2-2.
