Según el juez, "cuando hacíamos las tareas de inteligencia" en el mismo country "nos indican que otra persona que teníamos como mexicana estaba operando -a través de un negocio de teñido de ropa- con metanfetaminas".
"Fue parado, identificado pero no tenía nada en su poder, después desapareció de la escena" dijo Faggionato Márquez a radio Continental.
El magistrado remarcó que "parece ser que es la misma (persona) asesinada el otro día en San Fernando".
Galvis Ramírez fue acribillado el lunes por dos sicarios que se movilizaban en una motocicleta cuando se estaba en la puerta de un negocio de artículos náuticos situado en la calle Cordero y la avenida del Libertador en San Fernando, al norte del conurbano bonaerense ya que su familia había comprado un yate valuado en 400.000 dólares.
La víctima, de 29 años, esperaba a su padre quien junto con otras personas había entrado al comercio, cuando pasaron los sicarios que lo llamaron por el nombre y abrieron fuego contra el joven a quien le efectuaron 14 disparos, nueve de los cuales impactaron en su cuerpo.
Desde un comienzo, los investigadores relacionaron el crimen con el narcotráfico y crecieron las sospechas de que la intención era matar a su cuñado, Jorge Iván González Ramírez (34), quen encontraba con la víctima con quien mantenía un gran parecido físico y estaban vestidos de la misma forma.
Ahora, el juez Faggionato Márquez confirmó que el fallecido había sido investigado en su causa por "metanfetaminas", alrededor de octubre, cuando se allanó una casa en el country perteneciente a Salerno, dueño de la firma Farma Group y socio de Ferrón.
Las familias de Ferrón y de las otras dos víctimas del triple crimen -Sebastián Forza y Leopoldo Bina- dijeron desde el principio que Salerno sabía más de lo que decía.
Salerno fue imputado en la causa iniciada por Faggionato Márquez el 18 de julio de 2008 cuando se desmanteló un laboratorio para fabricar drogas sintéticas montado en una casaquinta de Ingeniero Maschwitz, pero luego se le concedió el beneficio de la falta de mérito.
De todos modos, Faggionato Márquez confirmó hoy que la situación de Salerno en la causa es "expectante".
El crimen de Galvis Ramírez se sumó a otro ocurrido el 24 de julio de 2007, cuando fueron asesinados otros dos colombianos -Héctor Edison Duque Ceballos, alias "Monoteto" y Jorge Quintero-, al ser acribillados en el estacionamiento del Shopping Unicenter, de Martínez, por sicarios que también se movilizaban en una motocicleta, en otro hecho vinculado a una guerra entre carteles de droga.
Al igual que el colombiano fallecido esta semana, los dos connacionales mantenían un alto estándar de vida.
"Evidentemente vienen a gastar la plata acá, esto es lo primero que estoy viendo, esperemos que no se siga repitiendo", señaló Faggionato Márquez.
