"Dicho movimiento, conlleva además la aparición de familiares, allegados cuando no cómplices de los delincuentes, además del entorpecimiento del tránsito, en un área de complicado acceso", agregó el comunicado firmado por el presidente de la Cámara, Néstor Testorelli y el vice, Jorge A. Tedesco.
El crimen de Garrido, de 62 años, ocurrió a metros de los tribunales penales de San Isidro, cuando el policía quiso evitar el robo a un comercio de ropa y fue asesinado a sangre fría por una pareja de asaltantes.
La Cámara calificó a Garrido como "un funcionario de extensa trayectoria, que supo honrar el uniforme que, con orgullo, llevaba y que era querido por toda la comunidad, porque demostró sus cualidades de hombre de bien".
"Ante este lamentable hecho que enluta a los sanisidrenses, esta Cámara de Comercio e Industria pide que esta muerte no haya sido en vano y reclama a las autoridades competentes en materia de Seguridad y Justicia adopten los recaudos necesarios para que estos episodios no se repitan y los culpables reciban merecida condena", señaló la entidad.
"La mayor presencia de efectivos y móviles policiales llegados recientemente a San Isidro, pareciera no alcanzar -a la luz de los últimos hechos ocurridos- para garantizar vida y bienes de los vecinos", cuestionó la entidad.