El golpe letal para Boca lo dio Lucas Viatri, en el minuto 38, al capitalizar un pase de taco del iluminado Riquelme.
Gimnasia descontó por intermedio de un cabezazo de Calandria, pero cuando eso ocurrió prácticamente no quedaba plazo para nada más.
Hasta el 1-0 el Lobo jujeño fue superior a su adversario, a tal extremo que tres de sus intentos pegaron en los palos. Los goleadores frustrados fueron Pablo Calandria, Jorge Luna y Ricardo Gómez.
Al reaparecido guardavalla xeneize Roberto Abbondanzieri se lo observó bastante inseguro, pero de todos modos los norteños fueron incapaces de vencerlo.
En la primera parte el entusiasmo de los anfitriones le causó problemas al equipo dirigido por Carlos Ischia.
El campeón argentino sintió la ausencia del lesionado volante de equilibrio Sebastián Battaglia y la de Jesús Dátolo, el zurdo incansable que acaba de ser transferido al Napoli.
Boca distaba de ser el dueño del último título de 2008 y de los torneos de verano de 2009, pero todo cambió a partir de la conquista de Noir.
Riquelme logró a partir de esa ventaja mayores espacios para crear y en una de ellas le sirvió a Viatri el segundo tanto.
Claro que Boca también había llegado inclusive cuando el dueño de casa era un dominador importante, pero desde el 1-0 la diferencia en la capacidad de elaboración y definición terminó por tornarse decisiva.