El estudio fue realizado por Poliarquía Consultores y el Laboratorio de Investigaciones sobre Crimen, Instituciones y Políticas (Licip) de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT).
"El problema de la inseguridad es el principal reclamo que existe en la Argentina. Es una misma preocupación, pero con realidades distintas según las ciudades, el sexo, las edades y el nivel educativo", explicó el director de Poliarquía Consultores, Alejandro Catterberg.
La población entendió que el problema de la inseguridad comenzó a empeorar a partir de la segunda mitad de 2008. Mientras que en mayo pasado el 60% de la sociedad entendía que la problemática había aumentado, en septiembre la cifra llegó al 70%. Diciembre último fue el récord, cuando el 87% consideró que había empeorado.
El estudio señala que el 53% piensa que la mejor forma de combatir la delincuencia y la inseguridad es mejorar la situación de la pobreza y la marginación social. En contraste, para un 40%, la problemática se resolvería con el aumento de las penas y con una política de "mano dura" contra los delincuentes. El 7% restante no sabe o no contestó sobre las medidas que deberían tomarse para terminar con ese flagelo.
En las grandes ciudades (de más de 500.000 habitantes), el 35,6% de los argentinos dijo que el mes pasado algunas de las personas que vive en su hogar fue víctima de un delito; en las ciudades medianas (desde 100.000 hasta 500.000 habitantes), el 28%, y en las ciudades chicas (menos de 100.000 habitantes), 18%.
Medidas que tomó la gente
El 71% de la población dejó de circular por ciertas calles o áreas; el 67% evita dejar sola su casa y siempre permanece alguien de la familia cuando la mayoría sale; otro 67% instaló en su propiedad rejas, puertas blindadas y alarmas; un 58% dejó de usas joyas, ropa y calzado "llamativo", y el 55% dejó de llevar las tarjetas de débito y crédito, o dinero en efectivo encima.
El 42,2% de los delitos sufridos fueron robos con violencia; el 23,1, hurtos, y el 12,5%, robo en hogares.