El especialista en finanzas consideró que "conseguir despejar el horizonte a una tasa fija de 15,4 por ciento, es bastante conveniente para el gobierno porque le permite ocuparse de otros temas dentro del programa financiero".
En diálogo con Télam, dijo que "esta operación había que hacerla. Exigía un gran esfuerzo dentro del programa financiero. Se descontaba que los tenedores internos iban a responder, se descontaba que el Gobierno iba a conseguir imponer los términos de un canje. Era lo esperado".
"Es un desahogo -destacó-. Si no se hubiera logrado iba a ser una complicación importante. No obstante, es una tradición que para este tipo de operaciones, cuando los inversores son sujetos de regulación de las autoridades nacionales, la capacidad de negociación con que cuentan es limitada", concluyó.