Winehouse, de 25 años, estuvo tomando clases de trapecio en Santa Lucía, y también aprendió a realizar malabares circenses, a subirse a la soga y efectuar saltos acrobáticos. Esta nueva actividad que realiza la cantante parece ir en consonancia con sus declaraciones de estar limpia de drogas y llevar una vida sana.
Con respecto a las acusaciones de adulterio, la intérprete ganadora de un Grammy sostuvo en repetidas ocasiones a otros huéspedes del hotel donde se hospeda: "Josh se fue a su casa. Estar con él fue muy lindo, pero fue algo de vacaciones. Todavía amo a mi Blake. Pero mientras él está encerrado yo voy a seguir divirtiéndome. Y él no puede hacer nada al respecto"
