El hecho ocurrió esta madrugada en una casa ubicada en la calle Regina al 1100 de Don Torcuato, al norte del conurbano bonaerense, donde fue encontrada muerta Alejandra Bazán (61), quien presentaba su cuerpo totalmente calcinado.
Todo comenzó pasada la medianoche, cuando una vecina llamó al teléfono de emergencias policiales 911 y alertó sobre un incendio en una vivienda. Los bomberos y los efectivos policiales que concurrieron al lugar apagaron el incendio y, luego, hallaron a la mujer muerta dentro de uno de los ambientes de la casa.
Los investigadores determinaron que, si bien la casa quedó destruida por las llamas, había un gran desorden y de inmediato presumieron que se podría tratar de un hecho delictivo. Por eso, comenzaron a tomar contacto con distintos vecinos, hasta que uno de ellos aportó un dato que resultó clave, ya que dijo que vio salir de allí momentos antes del inicio del incendio a un vecino.
Los policías fueron a buscarlo, pero no lo encontraron en su casa. Finalmente, ese hombre fue hallado en otra vivienda con su cuerpo que presentaba distintas lesiones provocadas por quemaduras, dijeron los investigadores. Sin embargo, la policía cree que este hombre no actuó solo sino que hay al menos un cómplice que puede tener relación con el episodio y que aún permanece prófugo.
La principal sospecha apunta a que se trató de un hecho de robo que culminó con un incendio y con la mujer muerta con quemaduras. De todas formas, los pesquisas no descartan que el episodio esté vinculado a un problema pasional, ya que el sospechoso tenía una relación con la mujer fallecida.
Los investigadores, en tanto, aguardan el resultado de la autopsia para determinar si Bazán murió como consecuencia de las quemaduras o si sufrió algún tipo de ataque con armas antes de ser alcanzada por las llamas. El hecho es investigado por personal de la comisaría de Don Torcuato y por un fiscal de instrucción de Tigre.
La policía dijo que el joven detenido tiene 24 años, hace un mes salió de la cárcel y sería el responsable de la muerte de la mujer de 61 años. Hay un testimonio de los vecinos que lo vieron comprando combustible, el que habría usado para rociar a la víctima antes de incendiar la vivienda.
