Garay también se quedó con la distinción correspondiente al mejor púgil en el campo mundialista, imponiéndose así a los ternados Sergio "Maravilla" Martínez, campeón mundial superwelter CMB interino, y Omar Narváes, el rey mosca OMB, quien igualó en este ciclo el récord de defensas exitosas que en la Argentina había establecido Carlos Monzón en la década del setenta.
El máximo galardón lleva el nombre del legendario boxeador argentino Luis Angel Firpo, quien disputó un memorable combate por el título pesado ante el estadounidense Jack Dempsey, en el Polo Ground de Nueva York, el 14 de septiembre de 1923 ante unos 100 mil espectadores. A pesar del nocaut sufrido por el "Toro Salvaje de las Pampas" en el segundo round, el pleito quedó en la historia del deporte mundial, por lo que desde esa fecha la actividad pugilística fue admitida en Argentina luego de estar prohibida por la ley. La ceremonia se desarrolló en el estadio de la Federación Argentina de Box, en el barrio porteño de Boedo, y otorgó además los siguientes reconocimientos: MEJOR PUGIL A NIVEL NACIONAL: Marcos Maidana. MEJOR PUGIL AMATEUR: Ezequiel Maderna. MEJOR NOCAUT: Luis Abregú a Roberto Reuque. MEJOR PELEA: Gonzalo Basile - César Acevedo. REVELACION: Yésica Bopp. PROMESA: Diego Chaves. MEJOR BOXEADORA: Marcela Acuña. CABALLEROSIDAD DEPORTIVA: César Cuenca. MEJOR ARBITRO PROFESIONAL: Hernán Guajardo. MEJOR JUEZ PROFESIONAL: Héctor Primerano. MEJOR ARBITRO AMATEUR: Fernando Servide.
