Esta victoria acerca al equipo argentino al tan ansiado objetivo de conseguir el tradicional trofeo internacional, dado que ahora restará ganar dos de los cuatro partidos que quedan para alzarse con la Davis, en la primera final que se disputa sobre suelo argentino.
"Hoy dimos un pasito para lograr lo que todos queremos", afirmó Nalbandian al finalizar el partido.
Y agregó: "Si 'Luli' (el capitán del equipo argentino, Alberto Mancini) quiere, mañana estaré para jugar el dobles". De esa manera, la raqueta número dos del equipo albiceleste se perfiló como doblista para el tercer punto de la serie, que comenzará a las 12.
En un partido sin altibajos, el tenista nacido en Unquillo superó claramente a un Ferrer que demostró en cuentagotas el buen juego que lo catapultó en la primera mitad del año a estar en el cuarto lugar del escalafón mundial.
Con el fervor del público, que lo alentó en todo momento, Nalbandian hizo un juego prolijo y sin fisuras desde el comienzo.
Se plantó desde el fondo de la cancha con el claro objetivo de mover a su rival por toda la cancha. La apuesta le salió muy bien, porque el ibérico nunca respondió.
En el primer set, Nalbandian presionó desde su servicio y en cada oportunidad que tuvo para atacar a la red lo hizo con criterio. Incluso "cortó" dos pelotas en drop para el delirio de los casi 10 mil espectadores que disfrutaron de la apertura de la serie final.
En ese primer parcial, el argentino quebró en tres oportunidades el saque del europeo (games tres, siete y nueve) y, en 43 minutos de juego, se llevó la primera manga.
Motivados por el juego de Nalbandian, los enfervorizados hinchas argentinos cantaron en cada descano o cambio de lado, sintiéndose parte del juego.
El duelo entre los número 11 y 12 del ránking ATP en la previa parecía más parejo de lo que en realidad terminó siendo, sobre todo en el segundo parcial, el cual fue favorable para el argentino por 6-2.
En el segundo parcial, Nalbandian obtuvo el 79 por ciento de los puntos con su primer saque, y siguió subiendo con claridad a la red.
Jugó pelotas con mucho ángulo y quebró en los momentos justos de la manga. Sin dudas que el argentino fue solidificando la victoria apoyado en una gran fortaleza mental.
El último set estuvo sólo para las estadísticas, porque a Ferrer se lo vio derrumbado anímicamente por la muralla que le presentaba un Nalbandian que siguó con su juego preciso. Luego de la cómoda victoria de Nalbandian, Juan Martín Del Potro intentaba dar otro paso trascendente hacia la obtención de la Davis ante Feliciano López.
