La cifra, según el Washington Post, bate todos los records y superaría ampliamente los 1.2 millones de personas que se congregaron durante la ceremonia inaugural del presidente Lyndon B. Johnson en 1965.
El presidente electo desea que participen en la celebración tantas personas como sea posible, señaló el alcalde de Washington, Adrian Fenty, citado por el diario.
La histórica jura del cargo, para la que se repartirán gratis 240 mil tickets, tendrá lugar frente al Capitolio -el edificio que alberga a ambas Cámaras legislativas, donde Obama será juramentado como el presidente número 44- y será seguida por un desfile desde allí a la Casa Blanca, aunque sólo una parte de los curiosos podrán presenciar la ruta, informó la agencia de noticias DPA.
Anticipando la alta concurrencia, los organizadores desplegarán enormes pantallas por las que podrá ser vista la ceremonia, tanto en las inmediaciones del Congreso y la amplia explanada rectangular conocida como el Mall, ubicada entre el Capitolio y el obelisco a Washington.
De acuerdo con el rotativo, se prevé que la zona comercial y de museos del corazón de la ciudad sea el punto neurálgico donde se reunirán los espectadores para, desde allí, seguir el gran acontecimiento con pantallas gigantes.
En tanto, la senadora demócrata Dianne Feinstein presentó este martes una medida que penalizará con multas de hasta 100.000 dólares y un año en cárcel a quienes revendan o falsifiquen entradas para la ceremonia.
Feinstein, que preside el Comité Conjunto del Congreso para las Ceremonias de Investidura, respondió así a informes sobre la proliferación en las ventas de entradas para la 56 ceremonia de inauguración presidencial estadounidense, del próximo 20 de enero.