La manifestación, denominada "Por la vida y la libertad", surgió es una iniciativa de varios medios de la prensa local y fue respaldada de inmediato por Betancourt, quien fue liberada el último 2 de julio, luego de más de seis años de cautiverio en manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
"Tenemos que salir, ponernos una camiseta blanca y decir sí soy colombiano y marcho por los que están secuestrados, marcho por la vida y por la libertad", exigió Betancourt, quien desde su liberación está radicada en Francia.
"La comunidad internacional está alerta y más si ven los ríos de colombianos. Tenemos que convocar al presidente electo Obama a que nos ayude en la libertad de los secuestrados, tenemos que convocar a todos los presidentes de la región", dijo la ex rehén a través de una cadena de radios colombianas, según citan las agencias ANSA y DPA.
"Los presidentes (Hugo) Chávez, (Rafael) Correa, (Cristina Fernández de) Kirchner y (Michelle) Bachelet están en primera fila, pero también (Tabaré) Vázquez, (Luis Inacio) Lula (da Silva), (Alan) García, Evo (Morales)", añadió.
La ex candidata presidencial también pidió a los sacerdotes y a los líderes espirituales de su país para que convoquen a sus feligresías a participar de la marcha durante sus eucaristías, sermones y reuniones.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) todavía mantienen en su poder a 28 rehenes, entre políticos, policías y militares de rango, alguno de los cuales permanecen más de 10 años secuestrados.
A lo largo de este año se realizaron en Colombia dos marchas, en febrero y julio, para exigir a la FARC la liberación de rehenes y otra más en marzo en favor de las víctimas de los grupos paramilitares.
Tras la idea propuesta por Betancourt desde España, varias organizaciones no gubernamentales y medios de prensa comenzaron los preparativos de las marchas, que se prevé serán multitudinarias como las realizadas el 4 de febrero, el 6 de abril y el 20 de julio de este año en contra de la toma de civiles como rehenes y para rechazar las acciones de los grupos guerrilleros y paramilitares.
Betancourt, quien ha afirmado que no volverá a participar en la política partidista, dijo estar confiada en que las masivas manifestaciones llevarán a las FARC a recapacitar para comenzar a hablar de paz. "La cúpula de las FARC va a tener que sentirse repudiada por los colombianos y va a tener que tomar decisiones", concluyó Betancourt.
