San Lorenzo quebró una racha de tres partidos sin victorias, después de otras tantas derrotas, y el próximo fin de semana jugará su condición de líder en Rosario, ante Newell's Old Boys.
Inoperante, impotente, carente de ideas, así se mostró San Lorenzo a lo largo de la primera etapa, algo que le permitió a Gimnasia sostener el partido sin pasar demasiados apremios en defensa.
De movida, San Lorenzo tuvo campo y pelota a su favor, porque Gimnasia se refugió en su terreno, pero como tanto Bergessio como Silvera estuvieron bien controlados por los centrales, no creó situaciones de gol. Un cabezazo de Gastón Aguirre (a los 6 minutos), tras aprovechar un corner enviado desde la derecha, que dio en el travesaño, fue la situación más clara del conjunto dirigido por Miguel Angel Russo.
La inoperancia de San Lorenzo, provocó que Gimnasia comenzara a perderle el respeto y se adelantara en el campo. Sin mucho hombres ni ideas, el 'Lobo' jujeño se arrimó sobre el arco defendido por Orión y dispuso de dos situaciones para anotar.
La primera llegó a los 8, cuando Arraya quedó sólo frente a Orión, pero el delantero en vez de tratar de colocar el balón remató sobre el cuerpo del arquero, permitiendo la atajada, y la otra llegó sobre el final, cuando Busse frente al arco le entró muy mal a la pelota y la tiró afuera.
Los interrogantes con los cuales San Lorenzo se fue al vestuario, parecieron dilucidarse al minuto del complemento, cuando Aureliano Torres marcó el primer gol.
El marcador de punta arrancó por la izquierda, se la cedió a Rivero, quien se la devolvió con un pase profundo al área. Torres se acomodó y ante el achique de Pezzutti, sacó un zurdazo que envió la pelota al fondo del arco.
Sin embargo, el hecho de estar en ventaja no le hizo ganar ni serenidad ni claridad a San Lorenzo. Por el contrario, tal como sucediera en la primera parte, Gimnasia le sacó la pelota y comenzó a adelantarse en el terreno.
En esto tuvo mucho que ver el ingreso de David Ramírez, quien se atrevió a acercarse al área local, e incluso dispuso de una buena situación (25 minutos), pero su remate dio en el travesaño.
San Lorenzo no tuvo tiempo de reaccionar. A los 28, Luna ganó una pelota en tres cuartos de cancha, la tocó para Ramírez, quien la abrió para el ingreso por derecha de Iuvalé. El lateral envió el centro y Calandria, anticipándose al rechazo de Bianchi Arce, la tocó para establecer el 1 a 1.
El resultado era justo y nada parecía capaz de modificarlo, especialmente, porque San Lorenzo seguía sin encontrarle la vuelta al partido.
Pero el equipo de Boedo tuvo la última palabra. A los 39 Solari envió un centro desde la izquierda, Silvera no la pudo conectar en el primer palo, y Bergessio, en la única ocasión que ganó en el área, metió el toque para depositar la pelota adentro del arco. San Lorenzo no mereció ganar, pero ganó y eso es lo único que le importó a sus jugadores e hinchas, porque la punta sigue siendo suya.
