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Por falta de comunicación en las familias, cada vez más chicos padecen trastornos del habla

Los servicios de fonoaudiología de los hospitales provinciales reciben cada vez más consultas por problemas del lenguaje. Se trata de chicos con graves dificultades para expresarse, entre otras razones por la influencia negativa de la TV. Cómo detectar estos trastornos que de no tratarse a tiempo pueden afectar el aprendizaje.
La falta de diálogo entre padres e hijos atenta contra el desarrollo del lenguaje en los niños más pequeños y genera cada vez más consultas en hospitales públicos de la Provincia vinculadas a trastornos del habla como disfluencias o tartamudez, alteraciones en la pronunciación de las palabras, o directamente, ausencia de lenguaje.

Estos problemas se registran fundamentalmente en chicos de entre 2 y 5 años, y de no ser tratados a tiempo, evolucionarán en cuadros más severos causando dificultades en el aprendizaje escolar.

La unidad de Fonoaudiología del hospital de Niños “Sor María Ludovica” de La Plata, dependiente del Ministerio de Salud provincial, atendió en lo que va del año 4.679 consultas de chicos de entre 0 y 14 años con trastornos del habla, audiológicos y orgánicos (entre otros, los neurológicos, de deglución y fisuras de paladar): el 30 por ciento del total se debió exclusivamente a problemas del lenguaje.

“Entre los dos y los cinco años el chico está incorporando todos los conceptos. Si sus padres no le hablan lo suficiente o no lo estimulan, su capacidad de expresar palabras y conceptos se reduce considerablemente” señaló la doctora Silvia Jury, jefa de la Unidad de Fonoaudiología del Hospital de Niños que funciona desde la década del ’60 y cuenta con un plantel de 13 especialistas.

Jury explicó que los problemas del habla se registran en hogares de todos los niveles y que cada vez hay más consultas provenientes de familias de clase media. “No tiene que ver con una cuestión socioeconómica sino con el grado de comunicación que existe en la familia, y en eso influye mucho el ritmo acelerado de la vida actual”.

Generalmente por cuestiones laborales, a muchos padres les resulta imposible dedicar a sus hijos la atención necesaria: jugar, responder a sus preguntas o narrarles historias son prácticas con popularidad en baja.

En muchos hogares, es la televisión quien queda al “cuidado” de los chicos. “Cada vez tenemos más casos de niños con problemas del habla porque pasan 4 o 5 horas por día frente a la TV”, dice Jury. “Los chicos vienen a la consulta hablando como Bart Simpson” afirma Gabriela Di Pilla, fonoaudiología del Hospital Provincial “Noel Sbarra” (Ex Casa Cuna).

Felipe, un chico de 5 años que hace unos meses atendió la jefa de fonoaudiología del Sbarra, Norma Massara, llegó sin pronunciar una palabra. “El chico tenía una desconexión total, no prestaba atención, no se relacionaba. De a poco lo pusimos a jugar, le hablamos, y un día empezó a decir cosas” recordó Di Pilla.

“Los padres les permiten pasar tantas horas con el televisor que terminan aislados del mundo, pierden la capacidad de comunicación, son chicos que no actúan, no juegan y son poco expresivos” agregó.

Los trastornos
Esta incapacidad, especialmente entre los chicos más pequeños, deriva en general en trastornos del lenguaje. Los más comunes son:

-Disfluencia (tartamudez): repeticiones al pronunciar una palabra. Por ejemplo, “pa-pa-pa” al decir “papa”, acompañado de tensión e incomodidad al hablar.

-Alteraciones en la pronunciación (dislalias): chicos que dicen “pego” por perro o “cacha” por casa.

-Ausencia total del lenguaje: niños que no dicen una sola palabra pese a que están en edad biológica de hacerlo.

Los especialistas sostienen que al año y medio el niño ya debe formular palabras y a los dos años empezar a construir oraciones simples. Que esto no ocurra es motivo de consulta.

Otras veces, son los problemas auditivos los que generan retrasos en el desarrollo del habla. “Si los padres ven que el chico sube mucho el volumen del televisor, se acerca mucho al aparato, o pregunta muchas veces ‘qué’ también es motivo de consulta” sostiene Jury.

Para detectar tempranamente estos trastornos, el Hospital de Niños realiza las denominadas otoemisiones acústicas en un plazo de 48 horas después del nacimiento. Se trata de un estudio establecido por ley para detectar hipoacusias tempranas.

“Si estas hipoacusias se mantienen en el tiempo, cuando el nene empiece a desarrollar el habla sufrirá retrasos en el aprendizaje porque se perdió de escuchar sonidos o ciertas letras menos audibles como la “ch”. Como no las escuchó no las reproduce y hay que hacer una reeducación para que las aprenda” dijo Di Pilla, fonoaudióloga del Noel Sbarra, donde se atienden 300 chicos por mes. Desde hace dos años, funciona en este hospital provincial una cabina sonoamortiguada donde se realizan pruebas audiometricas para chicos más grandes.

El número de consultas no para de crecer: en 2006 se realizaron 112 estudios audiométricos; en todo el 2007, 285; mientras en lo que va del 2008 ya se superó esa cifra.

Los tratamientos para corregir estas disfunciones no exceden los tres meses en el caso de dificultades de la pronunciación y llegan a un año como máximo en los cuadros más complejos.

La relativa brevedad de los plazos tiene que ver con el trabajo que realizan las familias en sus casas. “Los padres son referentes para ayudar al chico en el tratamiento. Con un tratamiento aislado no se produce mejoría” sostuvo Jury y agregó que también los docentes cumplen un rol importante.

Por ello, los profesionales del Hospital de Niños brindan indicaciones a los maestros de los pacientes que atienden. En el Sbarra, las fonoaudiólogas brindan charlas de concientización a los padres en la sala de espera apuntando a la prevención para evitar los trastornos.

Para los especialistas, la causa principal de las dificultades del habla es la social, es decir, la que se produce en el seno de la propia familia. En ese sentido, Jury destacó que los padres “tienen que dejar crecer a sus hijos, conversar con ellos, evitar que vean televisión durante horas (es preferible que escuchen música) y responder a todas las preguntas del niño”.

“Muchas veces el chico habla como un bebé a los tres años y a la madre le encanta, en vez de estimularlo para que hable bien” explicó Jury. Di Pilla agregó que “muchas veces por sobreprotección, o por ser el más chico, al niño le dan todo ni bien emite un sonido. No hay que tratarlo así, los padres deben dejar que se exprese, que pida lo que necesita”.

Para consultas sobre trastornos del habla comunicarse con el área de Fonoaudiología del Hospital Noel Sbarra de La Plata al 0221 457-3497 interno 134 ó al hospital Sor María Ludovica de La Plata 0221 453-5901 interno 1108.

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