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Iglesias Cristianas piden no celebrar Halloween, por ser fiesta "pagana" vinculada con brujería

Iglesias cristianas pidieron hoy no celebrar Halloween o Noche de Brujas, prevista para el 31 de octubre, por considerarla una fiesta "pagana" vinculada con la brujería y las sectas satánicas, y a la vez "nociva" para la fe religiosa de la gente.
Referentes eclesiásticos opinaron además que la celebración en la que niños piden dulces, se hacen máscaras con calabazas y se organizan fiestas con disfraces de brujas, es "foránea" y "netamente comercial".

El rechazo de las Iglesias católica y evangélica se fundamenta, además, en que esa celebración no representa el sentido de respeto que debe brindarse a los santos y difuntos en vísperas del 1 y 2 de noviembre, fechas religiosas tradicionales para recordarlos.

El arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, aseguró en un artículo que Halloween forma parte de "una moda supersticiosa y hueca que se va imponiendo con inconsciente frivolidad" y advirtió que la mayoría "no tiene conciencia de que al adoptarla, en el fondo, festeja a la muerte, al diablo y al infierno".

"Halloween es una fiesta extraña, ajena a la tradición cristiana y a la cultura nacional. Sólo el debilitamiento de la fe y la pérdida de las raíces culturales explican su difusión, en alas de la propaganda consumista que viene de América del Norte", aseveró el prelado platense.

Con estos y otros motivos, Aguer sugirió no celebrarla y sí adherir a las "fiestas cristianas" de Todos los Santos, 1 de noviembre, y de los Fieles Difuntos, 2 de noviembre, que según explicó son "contrarias de la evocación tenebrosa de Halloween".

En tanto, la Iglesia Cristiana Evangélica Bautista en San Isidro enunció en un comunicado siete "razones" para no celebrar Noche de Brujas.

Tras advertir que "no es una actividad cristiana" y afirmar que los evangélicos "nunca celebramos una noche dedicada a la exaltación de la brujería en ninguna de sus formas", recordaron que esa práctica es "contraria a las enseñanzas de Jesús, que se opone al espiritismo, la hechicería, la adivinación, la lectura de cartas, el horóscopo, la astrología y tantas máscaras con que se encubre la maldad".

También refirieron que no es una "tradición argentina", sirve para "rendir culto a Satanás, aunque en apariencia es una actividad recreativa y muy llamativa", se opone al primer mandamiento, implica "olvidarse de Dios" y "contamina y esclaviza a los niños".

Los bautistas sanisidrenses advirtieron que "no hay magia blanca y magia negra. No hay brujas buenas y brujas malas. Toda actividad demoníaca se disfraza y se oculta para ganar adeptos" y sostuvieron que "atraemos maldición si 'vestimos' a los niños como brujitas y diablitos".

Los Testigos de Jehová de Argentina y Estados Unidos, donde la celebración de Noche de Brujas es una tradición, prohíben a los niños disfrazarse, e incluso alertan que se trata de una práctica que "atenta contra la fe".
En Venezuela, el presidente Hugo Chávez prohibió Halloween por "extranjerizante".

Halloween es una fiesta proveniente de la cultura celta y se celebra el 31 de octubre, principalmente en Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña e Irlanda.

La historia de la celebración tiene más de 2.500 años de antigüedad y se relaciona con el calendario celta, que estable el 31 de octubre como el final del verano.

Los celtas, especialmente el grupo de los druidas, creían en la inmortalidad del alma y aseguraban que con motivo del cambio estacional los muertos salían de los cementerios para apoderarse del cuerpo de otra persona, para pedir comida. Para prevenir este "retorno" y "asustar" a los muertos, era que ensuciaban las casas o las decoraban con huesos y calaveras. Siglos después, durante la cristianización de los celtas quedó algo de esta celebración en lo referente a la aparición de difuntos.

Entre el siglo VII y el VIII la Iglesia católica instauró un día después, el 1 de noviembre, la celebración de Todos los Santos y el 2 de ese mismo mes el Día de los Difuntos. De ahí el nombre de All Hallow's Eve (víspera del Día de los Santos), o la contracción sajona Halloween.

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