Es difícil explicar la derrota del equipo de Diego Simeone, porque a lo largo de los 90 minutos generó infinidad de situaciones de riesgo, pero chocó con una notable actuación del arquero Víctor Hugo Hernández y con una gran eficacia del elenco mexicano, que no llegó más de tres veces durante toda la noche, pero metió dos goles y quedó a un paso de las semifinales del torneo.
El nuevo revés desató la furia de los hinchas millonarios que corearon continuamente el nombre de Ariel Ortega y despidieron a los futbolistas con un coro de silbidos que no se acalló ni siquiera cuando el uruguayo Sebastián Abreu descontó de penal sobre la hora.
Previamente habían marcado la diferencia Omar Arellano en la primera mitad y Fabián de la Mora en la parte complementaria. La revancha tendrá lugar en Guadalajara el 6 del mes próximo.
En un primer tiempo que se jugó en su mayor parte en campo rival River terminó perdiendo en forma increible después de perderse cantidad de goles y de ver caer su valla en la única llegada clara del elenco mexicano.
River tomó la iniciativa y bajo la conducción de Diego Buonanotte ejerció mucha presión desde el primer minuto sobre un oponente que se refugió en su campo y se mostró lento y dubitativo a la hora de atacar.
El conjunto local eligió la vía aérea para atacar con el objetivo de aprovechar la altura de Abreu y la capacidad para elevarse del colombiano Radamel Falcao García.
A los 3 minutos Buonanotte colocó una buena asistencia para Augusto Fernández, quien perdió en el mano a mano con el arquero Víctor Hernández. En la jugada siguiente Hernández volvió a salvar a Chivas al sacar al córner un potente cabezazo de Eduardo Tuzzio. Luego, a los 14, tras un centro de Fernández desde la derecha, Abreu le bajó la pelota a Buonanotte, quien sacó un zurdazo sobre la marcha que el arquero logró desviar al córner.
Chivas, en tanto, dejaba muy solo a Omar Arellano en ataque y se replegó demasiado en el campo de juego. Se resignó así a defender, pero tampoco lo hizo bien.
A los 32, otra vez Hernández, figura en la primera mitad, rechazó un cabezazo de Fernández que tenía destino de red. El gol de River estaba al caer.
Pero el que pegó primero fue Chivas. En su única llegada de los 45 minutos iniciales, Ramón Morales recibió el balón por izquierda y, ante la pasividad de Paulo Ferrari, sacó un fuerte remate de zurda que Juan Ojeda rechazó como pudo y la pelota le quedó servida a Arellano, quien solo tuvo que empujarla para sellar el 1-0 parcial a un minuto del final de la etapa. El segundo tiempo fue similar al primero, aunque River ya no llegó con tanta claridad. Los mexicanos ubicaron una línea de cinco en el fondo, cuatro volantes y la ilusión de marcar en otro contragolpe a través del solitario Arellano.
Y si bien Arellano no pudo concretar, generó el desnivel por izquierda y lanzó el centro que le dio la posibilidad al ingresado Fabián de la Mora de marcar el 2-0, exagerado pero que premiaba la eficacia de uno y catigaba la falta de contundencia del otro.
Sobre el final, River descontó tras un penal concretado por Abreu -mano absurda de Olvera al saltar a cabecear- y todavía mantiene una tenue esperanza de seguir en carrera. Muy tenue.
