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Lucila no se saca sangre y denuncian maniobra dilatoria

Lucila Frend, la principal sospechosa de haber asesinado a su amiga Solange Grabenheimer en enero de 2007 en la localidad bonaerense de Florida, no se presentó hoy a la extracción de sangre a la que debía someterse para cotejar su ADN con el de un pelo hallado sobre el cadáver de la víctima.
Fuentes judiciales indicaron a Télam que la defensa de Lucila presentó, una hora y media después del horario de la extracción, un escrito en la fiscalía de Vicente López a cargo de Alejandro Guevara, en el que pidió designar un perito de parte.

La fiscalía y la querella que representa a los padres de Solange creen que se trató de una maniobra dilatoria por parte de la defensa de Lucila.

"La defensa estaba notificada de esta citación desde el jueves, con lo que podría haber presentado esta petición con anterioridad. Además hoy no se iba a hacer el cotejo, sino simplemente la extracción de sangre. No era necesaria la presencia de un perito", dijo a Télam una fuente judicial.

"Es una clara maniobra dilatoria de la defensa de Frend. El estudio de ADN se iba a hacer el miércoles, con lo que la chica podría haber ido a sacarse sangre con todas las garantías", dijo a Télam el abogado querellante Roberto Damboriana.

Voceros judiciales explicaron a Télam que ahora el fiscal Guevara solicitará nueva fecha para la extracción de sangre y el peritaje de ADN -que se iba a hacer el miércoles en la Asesoría Pericial de La Plata- y que si en la nueva citación Frend no se presenta, evaluará el traslado por la fuerza pública.

La ausencia de Frend a la diligencia recordó al crimen de María Marta García Belsunce, cuando algunos familiares y allegados a la víctima que estaban bajo la mira del fiscal Diego Molina Pico se negaban sistemáticamente a sacarse sangre para cotejar su ADN con el de manchas de sangre encontradas en la escena del crimen.

En ese resonante caso, la diligencia recién se concretó cuatro años después del asesinato, durante el juicio oral por el caso al viudo Carlos Carrascosa, quien terminó condenado a cinco años y medio de prisión, pero no por el homicidio sino por encubrimiento.

En tanto, Damboriana indicó que hoy se presentó en el Juzgado de Garantías 2 de San Isidro, a cargo de Orlando Díaz, el juez de esta causa, para oponerse al pedido de sobreseimiento que la semana pasada presentó el abogado defensor de Frend, Sergio Pizarro Posse.

"No es el momento procesal para definir el sobreseimiento de la imputada porque la causa está en plena instrucción y hay medidas procesales pendientes como este cotejo de ADN", dijo Damboriana.

Frend debía presentarse hoy a las 9 en la sede de la Asesoría Pericial de San Isidro para dejar una muestra de su sangre, saliva y pelos que servirían para cotejar su ADN con el de un cabello que fue encontrado adherido al torso del cadáver de Solange y manchado con sangre.

El pelo fue remitido a la Asesoría Pericial de La Plata, donde los expertos determinaron, por los indicadores de los cromosomas, que era femenino y, al obtener el patrón genético de ese cabello, establecieron que no era de la víctima y que la sangre sí pertenecía a Solange.

Si el perfil genético de "Luly" coincide con ese pelo, sería tomado por la fiscalía y la querella que representa a la familia de la víctima como otro elemento indiciario contra la amiga de Solange.

La defensa, en cambio, sostiene que un ADN positivo no sería incriminatorio, puesto que Lucila vivía en ese PH y es lógico que sus cabellos puedan aparecer en cualquier sitio de la casa.

Grabenheimer fue encontrada asesinada el 10 de enero de 2007 en el PH que desde hacía un año y medio alquilaba y compartía junto a Frend en la calle Güemes 2280 de Florida, partido de Vicente López.

Solange, quien tenía cuatro puñaladas en el cuello, fue encontrada por su novio, su prima y la propia Frend que durante una fiesta se mostró preocupada e insistió en ir a la casa porque estaba convencida de que algo malo le había ocurrido, cuando nada hacía suponer eso.

Para el fiscal, Lucila es la principal sospechosa porque habría estado en la casa en el momento del crimen, porque la relación entre ambas estaba desgastada, porque cree que montó una escena para ser parte del hallazgo del cadáver e introdujo varios sospechosos para desviar la investigación.

Los forenses concluyeron en una nueva junta médica que a Solange la asesinaron entre las 7 y las 10 del mismo día del hallazgo.

Lucila salió rumbo a su trabajo alrededor de las 8, y como el cálculo de la data de muerte tiene un margen de error de tres horas hacia atrás o hacia delante, el crimen pudo cometerse entre las 4 y las 13, lo que deja a Lucila tanto dentro como fuera de la casa.

Sin embargo, un informe criminalístico de la Policía Científica de San Isidro señala que el asesino no violentó accesos y que la hipótesis más firme es que estaba dentro de la casa o le fue permitido el acceso desde horas antes, porque no dejó pisadas con rastros de la tormenta que se registró ese día en Buenos Aires. (Télam)

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