Pedro Núñez, integrante de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) sostuvo, en la mesa “Participación política de la Juventud y políticas públicas”, que la forma de intervención de la juventud a diferencia de otras épocas se da a través de las libertades en su máxima expansión, pero ante el avance de lo material “esa libertad se estrecha produciendo una cultura de individualismo”.
Aportando a los conceptos de Núñez, Sergio Balardini, miembro de la Fundación Friedrich Ebert, destacó que “para un adolecente hoy no hay futuro ni pasado, solo presente y sobre este presente llevan su vida día a día, y esto se refleja a través del consumo que es efímero y permanente. Además, se sobre carga tanto al presente que el joven necesita reafirmar su identidad todo el tiempo”.
Subrayó que los adolecentes “no buscan un idealismo en el discurso, sino un realismo, remplazar las palabras por las acciones practicas y participativas. Esa es la política juvenil de nuestros días”.
Luego en la mesa “Cultura de masas y juventud”, la profesora de Sociología de la UBA Ana Wortman se sostuvo que hay una crisis de valores y “una tendencia cada vez mayor hacia movimientos individualistas y no colectivos, los jóvenes pasaron a convertirse en un objeto de la globalización y del mercado de consumo”.
Wortman aclaró que no desaparece la idea de participación, sino que va en otra dirección y que se expresa a través de movimientos culturales como el musical, y a partir de allí, a diferencia de la generación de las décadas de los 60 y 70 que tenían como referencia a los Rolling Stones y Beatles, hoy existe una multiplicidad de género, pero en “esta identidad múltiple el adolecente pasa a transformarse en un objeto de consumo”.
Por eso es importante, señaló la docente, que la juventud “sean escuchada en sus derechos y establecer vínculos con ellos para poder incluirlos en el ámbito de las organizaciones sociales”.
Luis Viviant
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