Opinó que esas corrientes "forman parte de la consagración de un país que creció y se desarrolló a partir de corrientes muy fuertes". Para Randazzo esa reglamentación es un hecho "muy alentador" y remarcó que "se venía reclamando desde hace más de 4 años" y que el proyecto definitivo "se logró con un consenso muy importante".
Remarcó que la visión es de "igualdad de condiciones independientemente de su nacionalidad" y "recupera el viejo concepto de brazos abiertos, así como tuvo que ver con la historia de nuestros abuelos".
Señaló que es un "dato alentador y va a la vanguardia de la política migratoria cuando el mundo tiene una política refractaria frente a corrientes migratorias y nosotros lo recibimos con los brazos abiertos".
El proyecto de reglamentación de la Ley 25.871 reemplazará a la vigente desde la dictadura militar y fue elaborado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), entre otras instituciones.
Sobre la tasa de reciprocidad dijo que será para aquellos países que exigen visa a los argentinos como Estados Unidos, Canadá, Australia, entre otros. Añadió que esos países "se les cobrará una tasa de reciprocidad, que nada tiene que ver con la visa y que se implemento en Brasil, Chile y otras naciones".
Explicó que con esos fondos "nos permitirá obtener recursos para llevar adelante un proceso de modernización de los puestos migratorios de todo el país". "Nos parece un acto de Justicia", dijo Randazzo y señaló que "nos parece una injusticia que un argentino viaje a Estados Unidos y le cobren la visa a un costo de 134 dólares".
Destacó que cuando el extranjero arribe a suelo argentino "deberá pagar un valor similar al que le sale a un argentino ir a los Estados Unidos y tendrá un plazo similar al de duración de la visa".
