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Sedronar objeta el proyecto de expendio de agua en boliches

El titular de la Secretaría de Programación para la prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), José Granero, calificó hoy de "parche legislativo perverso" al proyecto de ley que propicia el expendio de agua en locales bailables de la provincia de Buenos Aires, porque justifica el consumo de éxtasis.
La autora del proyecto, la diputada radical Cecilia Moreau, sostiene en los considerandos de su iniciativa que el "notable" crecimiento del consumo de las denominadas "drogas de diseño" entre los jóvenes que van a las discotecas generó "un negocio paralelo de comercialización de agua envasada en esos lugares".

"Incluso, en algunos de esos sitios se corta intencionalmente el suministro de agua en los baños para aumentar la venta del líquido en la barra de los locales", afirma el texto.

La legisladora propuso que en todos los locales bailables bonaerenses se instalen expendedores gratuitos de agua para "romper" con este negocio de los responsables de esos lugares.

"Es un parche legislativo perverso que justifica el consumo de éxtasis y la anulación de las canillas de agua que hacen los dueños de los boliches", dijo Granero a Télam.

El titular del Sedronar enfatizó que lo que promueve el proyecto de Moreau "ni siquiera es `reducción del daño`", en alusión a medidas paliativas como el uso exclusivo de jeringas para que los adictos a drogas inyectables no compartan agujas para que no se transmitan enfermedades como el HIV-SIDA.

"Sino que acepta la perversidad de los dueños de los boliches para cobrar el agua y justifica el consumo de éxtasis", afirmó.

La diputada Moreau reconoció que "la medida no ataca la cuestión de fondo, no es una solución global, ni tiene que ver con la prevención de las adiciones, pero apunta a reducir los daños que en estos casos provocan las drogas sintéticas".

El funcionario planteó que "resolver la cuestión de fondo es impedir que la gente consuma drogas dentro de los boliches, modificando la legislación de modo tal de que un fiscal pueda intervenir de oficio" para controlar ese ámbito.

"Lamentablemente las fuerzas de seguridad tienen que tener una orden judicial para poder actuar, ya que si es una fiesta privada, no se puede intervenir", sostuvo Granero, quien admitió que "también hay que controlar a las fuerzas de seguridad".

Según una encuesta del Sedronar de 2006 en hogares de todo el país, "el 0.5% de la población encuestada, unas 80 mil personas, reconoció haber consumido éxtasis y metanfetaminas en el período del `último año`".

Otra encuesta en 2007 a estudiantes secundarios mostró una "suba del 0.5 a 0.8% en consumidores experimentales, ocasionales o adictos".

"El incremento de drogas sintéticas se debe a la facilidad de consumo y a un desplazamiento de la cocaína y la marihuana, que se da en la clase media y media alta, que no es consumidora de `paco`", afirmó Granero.

Por su parte, la titular del servicio de Toxicología del Hospital de Niños de La Plata, Ana María Gilardelli, consideró que el proyecto "no es equitativo porque le estamos dando un servicio de agua a alguien que paga bastante caro una pastilla para drogarse, mientras hay personas que no cuentan con el servicio esencial del agua segura y potable".

"El hecho de que desde el Estado se proponga disminuir los efectos masivos de la droga es una forma de facilitar el consumo, mientras que lo lógico es que haya agua segura en todo el local comercial donde se reúne la gente y no tener una fuente especial de agua para los que consumen éxtasis", sostuvo la especialista.

Aunque no hubiera consumo, "debería haber agua segura en esos locales por la deshidratación que produce solamente por la actividad física del baile", consideró. (Télam)

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