Un espectacular accidente enlutó ayer a la comunidad del Colegio Cardenal Newman y al mundo del rugby bonaerense. Tres jóvenes de 17 años, estudiantes de segundo año del polimodal en ese tradicional centro educativo de San Isidro, murieron cuando la camioneta en la que viajaban por la ruta Panamericana, a la altura de Pablo Nogués, chocó contra el guardrail y quedó totalmente destruida.
Dos de las víctimas mortales jugaban en el plantel de menores del equipo de rugby de la institución que tiene su sede educativa en La Horqueta y el campo de deportes en Benavídez; se trata de Bautista Pereyra Iraola y de Silvestre Gosio, hermano de Agustín, jugador del equipo superior de Newman y del seleccionado de Buenos Aires. El accidente también se cobró la vida de Francisco Oxenford.
Sobrevivieron a la tragedia otros dos integrantes de las inferiores del club: Ignacio Gaing, que ayer a la tarde fue operado en la Clínica Los Arcos, de Palermo, por las gravísimas lesiones que afectaron la parte inferior de su cuerpo, y Lucas Pereyra Iraola, primo de Bautista, que terminó con politraumatismos, pero está fuera de peligro, según confiaron a LA NACION allegados a las víctimas.
Ayer, al anochecer, 70 chicos, todos compañeros de las víctimas del accidente, acudieron al colegio para llorar a sus amigos perdidos, rezar por el pronto restablecimiento de los sobrevivientes, darse mutuo apoyo en la hora difícil y acompañar a los deudos. Todos ellos participaron de una misa que fue celebrada por los sacerdotes Juan Pablo Contepomi, hermano de los "pumas" Felipe y Manuel, y Matías Morea.
Esta mañana, seguramente, las escenas de angustia y dolor se repetirán cuando las tres víctimas sean inhumadas: Oxenford, en Jardín de Paz, y Gosio y Pereyra Iraola, en Parque Memorial, ambos cementerios situados en Pilar.
Bomberos del partido de Malvinas Argentinas explicaron a LA NACION que el accidente ocurrió a las 5, cuando, por causas hasta anoche no esclarecidas, la Toyota Hilux en la que viajaban los cinco jóvenes, que iba a alta velocidad por el acceso a Escobar, mano a la Capital, chocó de costado contra el guardrail .
Doscientos metros más allá del punto del impacto inicial, el vehículo literalmente se desarmó: la parte trasera quedó atrapada en la valla de contención; el techo y la parte delantera cayeron al vacío desde el puente de la ruta. Bautista Pereyra Iraola, Gosio y Oxenford murieron en el acto. El primo de Bautista quedó sobre el puente, muy golpeado y desvanecido. Gaing había quedado atrapado entre el amasijo de hierros en que se convirtió la camioneta. Una vez que los bomberos lo liberaron, los paramédicos advirtieron que había sufrido graves lesiones en la pelvis y en ambas piernas
Los heridos fueron trasladados al hospital municipal de General Pacheco y derivados luego a sendos centros asistenciales privados, informaron a LA NACION fuentes de ese hospital.
En el hecho intervino personal de la comisaría 3a. de Malvinas Argentinas, que bloqueó el tránsito por la ruta Panamericana en la zona del accidente de forma parcial, durante por lo menos dos horas, para poder realizar las tareas de rescate, primero, y periciales, después.
En la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 4 del Departamento Judicial San Martín, a cargo de Fernando Domínguez, se instruye una causa en la que se intentarán establecer los motivos del accidente y eventuales responsabilidades de terceros.
Por tal motivo, se espera la declaración de otros automovilistas que pudieran haber visto algo; además, se aguardará el restablecimiento de los heridos para que puedan aportar a la Justicia su relato de los momentos inmediatamente anteriores a la tragedia.
Explicaron fuentes del caso que no hay, hasta ahora, indicios de la participación de otro vehículo en el hecho. Lo que sí se sabe es que la camioneta era del padre de uno de los tres jóvenes muertos.
