Cerca de una hora más tarde fue el turno de Mole, la nueva banda de Charly Alberti. El grupo se despachó con un efectivo set en el que repasó las canciones de su disco debut, suerte de rock alternativo con toques electrónicos.
Pero el público quería ver al plato fuerte de la noche, que llegó a eso de las 21 cuando The Hives salió al escenario.
Fieles a su tradición, los músicos lucieron sacos y corbatas en una elegante combinación de blanco y negro, que hicieron juego con instrumentos de ambos colores.
El repertorio del concierto estuvo dedicado, justamente, a "The Black and White Album", aunque el conjunto sueco no dejó de lado temas de anteriores producciones.
Así pasaron hits como "Main Ofender", "Hate to Say I Told You So", "Two Timing Touch and Broken Bones" y "Tick Tick Boom".
Además, se destacó una fluida comunicación con el público, a cargo del carismático vocalista Pelle Almqvist y del guitarrista Nicholaus Arson. El grupo se autodenominó "la mejor banda del mundo" y proclamó que es un conjunto de "cinco Maradonas", ante una audiencia que celebró cada una de sus ocurrencias. (Reporter)
