Según detalla la resolución ministerial firmada por el titular de la cartera de Justicia, Ricardo Casal, los ejes del programa se basan en el abordaje multidisciplinario de psiquiátricas, psicólogos, médicos, psicopedagogos, terapistas ocupacionales y asistentes sociales, como así también la evaluación psiquiátrica y clínica del paciente y la participación en terapias individuales y grupales.
De acuerdo a lo dispuesto por la resolución y a fin de garantizar la continuidad de los programas, los internos incluidos no podrán ser trasladados de la Unidad asiento sin el aval de la Dirección General de Salud Penitenciaria, y por orden judicial.
El objetivo central es lograr el cambio del impulso sexual del agresor hacia un impulso que no sea peligroso hacia sí mismo y hacia los demás. Este tratamiento implica un cambio sustancial en la modalidad de abordaje de esta problemática, ya que posibilita el aumento del conocimiento de sus características patológicas.
La metodología, que en la actualidad se viene aplicando en la Unidad 25 Olmos en donde están alojados cerca de 50 internos procesados o condenados por delitos sexuales, consiste en terapias psicológicas individuales y grupales, psiquiátricas, con participación de distintas técnicas de talleres, y con la modalidad art-terapia (terapéutica psicológica que utiliza las expresiones artísticas como técnicas de comunicación). Se incorporará también actividades físicas y de promoción de la educación escolar con sus distintos niveles para lograr la integración del hombre en todo su potencial.
Días atrás, un juzgado de Mercedes le negó la libertad condicional a un detenido alojado dentro del sistema carcelario bonaerense, por no haber participado en ningún tratamiento terapéutico. Esta persona fue penada a siete años de prisión, accesorias legales y costas del proceso, por resultar autor responsable de los delitos de abuso sexual simple en concurso real con abuso sexual agravado por acceso carnal.
