Las alocuciones estuvieron a cargo del Obispo, Monseñor Jorge Casaretto, que además preside la Comisión Episcopal de Pastoral Social Nacional; de Eduardo Serantes, presidente de la Comisión Nacional de Justicia y Paz (la creadora del programa), del Pastor Anibal Villordo, titular del Centro Cristiano de Reflexión Política y presidente de la Unidad Pastoral San Isidro de Iglesias Evangélicas, y del P. Anibal Filippini, Vicario de la Pastoral Social diocesana,
El Obispo Casaretto, que es asesor de Justicia y Paz, y Serantes ubicaron a los presentes en el porque del Programa y en su instrumentación, luego el P. Filippini explicó las razones de asumirlo en la diócesis de San Isidro, mientras que el Pastor Villordo indicó la importancia que para las Iglesias Evangélicas tiene la iniciativa que comparten junto al catolicismo.
En esta línea el P. Filippini exhortó a los representantes de las organizaciones a “darle vida a las comisiones de trabajo”, destacó el carácter “abierto a la sociedad” de la convocatoria, y señaló que “una democracia seria y madura debe tener justicia social”.
Al iniciar las exposiciones Monseñor Casaretto sostuvo: “Vivimos un tiempo más existencial, un volver a la visión trascendente de la persona. Una vuelta hacia Dios. Y una vida más existencial tiene mucho más que ver con los problemas reales de la gente”. Luego explicó que “(…)Hemos sido creados por Dios como seres sociales, para crear vínculos desde el amor (…) Es normal que el orden de Dios tenga mucho que decir sobre cómo se construye también una sociedad”.
El Obispo señaló el compendio de Doctrina Social de la Iglesia como un instrumento útil para tener una guía de lo que es el hombre en la sociedad, puso de relieve la distinción entre sociedad civil y Estado y sostuvo que desde el orden religioso “la mejor contribución que podemos hacer al Estado es una sociedad mucho más madura”.
El Pastor Villordo coincidió con el Obispo sobre la disposición de la sociedad hacia una visón más trascendente y existencial, al tiempo que destacó tres puntos de la convocatoria al Programa: la inclusión social, el camino del diálogo y el compromiso social. Villordo señaló que “como cristianos de la Región apoyamos todo aquello que ennoblezca la dignidad humana y que ponga al hombre como fin”.
El pastor puso de relieve que esta misión no es solo responsabilidad de los que tienen cargos políticos, sociales o religiosos, sino que debe tener un ida y vuelta con el ciudadano “no entendido este como sujeto electoral sino responsable y coartífice de la construcción social, que realmente pueda interpretar y satisfacer las necesidades de su comunidad”.
“Somos una comunidad que tenemos que ayudarnos, aportarnos y crecer juntos porque si hay quienes quedan afuera no dignificamos la vida humana y el propósito por el que estamos en la vida” sostuvo y destacó “el diálogo, como una construcción responsable y generosa, de consensos” como el camino más útil para lograr este objetivo.
De acuerdo con el calendario del Programa de Habitantes a Ciudadanos”, hasta fin de Agosto se terminarán de constituir las comisiones, luego el trabajo arduo de debate y consenso de las propuestas seguirá hasta 2009, y se espera poder presentarlas hacia Noviembre de 2009.
