Las detenciones fueron concretadas por personal de la Jefatura Distrital San Isidro en el marco de cinco allanamientos realizados en las localidades de Pablo Nogués, San Fernando y Tigre, en la zona norte y noroeste del conurbano.
Fuentes policiales identificaron a los dos detenidos como Julio Omar López (27) y Sebastián Ernesto Bordón (32), quienes fueron apresados en una casa ubicada en Gregoria Matorra al 2700 de Pablo Nogués, partido de Malvinas Argentinas, y en otra situada en Garibaldi al 5.200 de San Fernando, respectivamente.
En el primero de esos dos allanamientos, la policía secuestró una pistola calibre 9 milímetros y municiones no sólo de ese calibre, sino también de 7,65 milímetros, el mismo utilizado para asesinar a Regis.
También secuestraron en el mismo lugar un auto Renault 19 bordó que se cree fue el que utilizó la banda para llegar y escapar del domicilio de la víctima.
Los voceros policiales indicaron a Télam que en otro de los allanamientos se recuperó un cargamento de cigarrillos de la empresa Massalin Particulares que había sido robado anteayer en el partido de Morón bajo la modalidad "piratas del asfalto".
En ese sentido, un jefe policial que participó de los allanamientos dijo que creen que estos sospechosos, con antecedentes penales por delitos contra la propiedad, pertenecen a una banda que comete distintos tipos de robo, como el de Morón y el asalto en la casa de Regis.
El investigador consultado dijo que existe una serie de elementos que fuero obtenidos durante la pesquisa que llevaron a estos dos detenidos y que los comprometen y que en base a las pruebas recolectadas "la investigación está bien encaminada".
Los cinco allanamientos fueron pedidos por el fiscal de San Isidro Diego Calegari, quien indagará a los dos detenidos en las próximas horas.
El hecho que se les imputa a los sospechosos ocurrió la madrugada del 17 de julio en una casa ubicada en la calle Rodó 1810, casi esquina José Ingenieros, en la localidad de Béccar, donde Regis (53) residía junto a su esposa y sus cuatro hijos, tres varones y una joven de 25 años, de nombre Carla.
Dos o tres delincuentes armados y a cara descubierta ingresaron a patadas a la casa con aparentes fines de robo, en momentos en que los miembros de la familia Regis descansaban en sus habitaciones.
Regis se levantó para ver lo que sucedía y se encontró con uno de los asaltantes en el living de la casa, por lo que comenzó a forcejear y a pedir ayuda a los gritos.
Cuando su hija Carla escuchó a su padre, se levantó, corrió para auxiliarlo y el llegar a la puerta de ingreso del frente de la casa, vio que el ingeniero forcejeaba con uno de los delincuentes.
Uno de los ladrones comenzó a disparar y mató por la espalda a Regis, mientras que su hija fue herida con dos roces de bala en la oreja y en el hombro.
En la escena del crimen trabajaron peritos de la Policía Científica que lograron levantar huellas palmares y dactilares de los asaltantes y dos vainas servidas de proyectiles de la pistola automática calibre 7,65 utilizada para cometer el homicidio.
Además, los forenses hallaron en las manos del ingeniero un mechón de pelos y restos de piel debajo de sus uñas, lo que demuestra que se resistió a ser asesinado y que servirán para comparar el ADN con los ahora sospechosos detenidos.
