La compañía petrolera informó hoy del hallazgo y precisó que el remolcador Anna Gabriela encontró el cadáver del cura y que éste todavía tenía el equipo de vuelo.
El hombre, de 42 años, estaba desaparecido desde el 20 de abril pasado, cuando intentó volar atado a mil globos inflados con helio desde Paranaguá, estado de Paraná (sur de Brasil), con destino a Dourados, Mato Grosso do Sul, cerca de Paraguay.
De Carli calculó mal los vientos y viajó hacia la zona del litoral marítimo, donde se perdió el contacto con tierra, dado que no había cargado la batería del celular que llevaba.
El cura había llevado un aparato de ubicación geográfica GPS, pero desde el aire, por su celular, había avisado que desconocía cómo funcionaba.
El sacerdote era uno de los principales miembros de la Pastoral Carretera, que realiza campañas para concientizar sobre accidentes de tránsito en el estado brasileño de Paraná.
Su cuerpo, encontrado a más de 1.500 kilómetros del lugar del que había partido, fue llevado al Instituto Médico Legal de la ciudad de Macaé, norte de Río de Janeiro. (Télam).