Según el análisis, nueve de cada 1o consultados alguna vez tuvieron inconvenientes con respecto a la contratación o compra de productos o servicios.
De ellos, seis efectuaron en alguna ocasión un reclamo ante la entidad.
Sin embargo, muchos desisten de reclamar ante las empresas desalentados por el temor a perder tiempo y por las dificultades para comunicarse con alguien capacitado que les otorgue una respuesta.
Entre los reclamos más comunes se encuentran los insistentes llamados telefónicos que sufrieron los consumidores durante este último año para ofrecerles productos y la recepción de ofertas no deseadas por correo electrónico.
Otro de los problemas más frecuentes de los consumidores -señala el estudio- son las trabas y complicaciones que encuentran al momento de intentar dar de baja un servicio o rescindir un contrato.
También resalta que si bien no se observan mayores diferencias sobre los problemas experimentados por los consumidores de diferentes edades, lo jóvenes se quejan algo más de que les cobraron un precio distinto al exhibido.