El episodio ocurrió ayer por la tarde cuando la esposa del efectivo de la Policía Federal Gustavo Martínez concurrió con el auto particular de su marido a un consultorio odontológico de Villa Ballester y lo dejó estacionado en las inmediaciones.
Mientras se hallaba en el consultorio, la mujer escuchó que alguien ponía en marcha su auto y salió a la calle, pero observó cuando el vehículo abandonaba el lugar a toda velocidad con al menos un hombre adentro.
Según la denuncia realizada en la comisaría de Villa Ballester, dentro del auto había una caja de 50 cartuchos calibre 9 milímetros de recarga, como así también la documentación del auto.