Yves Mathieu nació el 1 de agosto de 1936 en Argelia, entonces colonia francesa, y fue el primer hijo de Charles Mathieu, abogado, y de Lucienne Andrée Saint-Laurent, una mujer bella y elegante de la que heredó su inclinación por la moda.
Si bien intentó complacer a su padre estudiando Derecho, finalmente prevaleció su pasión por el diseño y, alentado por su madre que de ese modo buscó canalizar esas inquietudes, a los 17 años fue a una academia de corte y confección en París, donde no mucho después sería una de sus figuras más importantes.
Michel de Brunhoff, director de Vogue, quedó fascinado con los diseños que le presentó, los publicó en su revista y le aconsejó matricularse en una escuela de alta costura. Lo hizo pero se aburría y lo dejó.
El primer premio lo obtuvo con un esbozo de un vestido de cóctel, y así lo conoció la sociedad parisina. De Bruhoff lo presentó a Christian Dior, que quedó fascinado con su telento, y en 1954 comenzó a trabajar para él, de quien se lo consideró luego su heredero.
A la muerte del genial diseñador, Saint Laurent se convirtió en director de la firma y lanzó Trapecio, su primera colección, que deslumbró al público y a Pierre Bergé, amigo de Dior y habitual del círculo de la moda parisiense, que con el tiempo se convirtió en su socio, amigo y amante, dice el sitio web de biografíasyvidas.com.
Entre 1958 y 1960 cumplió servicio militar, pero no soportó esa vida ruda, se deprimió y lo internaron en un hospital psiquiátrico militar. Mientras tanto, la casa Dior nombró a Marc Bohan como director de arte y Saint Laurent, apoyado por Bergé, la demandó.
Con el dinero que cobró y el aporte de un empresario norteamericano fundó su propia casa de alta costura, que impuso al esmoquin como un clásico, tomó la vanguardia en un estilo acorde a las nuevas generaciones.
A mediados de los 60 apuntó a mujeres sofisticadas y más maduras: Elizabeth Taylor usó un vestido de Saint Laurent en su boda con Richard Burton y también lucieron sus diseños Marlene Dietrich, Farah Diba, Catherine Deneuve, Sofía Loren y la duquesa de Windsor.
A principios de los 70, tras dos años lejos de la moda por el fracaso de una colección, lanzó el pret-a-porter masculino, Rive Gauche, y llegó a posar desnudo para su perfume, algo inusual en aquellos tiempos.
En 1974 la revista Time lo denominó "rey de la moda" y le dedicó una portada. Estuvo varias veces internado, o encerradoen su piso de París o en la mansión que había erigido en Marrakesh. Bergé lo abandonó en 1976.
En 1983, el Metropolitan Museum de Nueva York inauguró una exposición dedicada a sus creaciones, dos años después hizo otro tanto el Museo de Bellas Artes de Pekín y en 1986 el Museo de la Moda de París presentó una retrospectiva del modisto desde 1958.
A veinte años de fundar su empresa, la casa Saint-Laurent ya contaba con más de 10.000 personas que trabajaban en 200 países y facturaba unos 360 millones de euros.
Aunque tuvo muchos galardones, el reconocimiento público de su labor lo obtuvo a mediados de los 80 de manos del presidente de Francia, Francois Mitterrand, que le entregó la Legión de Honor.
A lo largo de su vida, Yves Saint-Laurent padeció episodios de inseguridad y miedo al fracaso por lo que consumía tranquilizantes y somníferos.
Abandonó la alta costura en 2002 después de 40 años de éxitos de y de modelos emblemático como el tailleur-pantalón, el smoking, al lado de un estilo rejuvenecido. Bergé, su antiguo socio y amigo, fue quien anunció hoy su muerte. (Télam)
