Tanto es así, que en la medida que pasaron las horas del martes el futbolista hizo otras apariciones por los medios para tratar de reducir un impacto que por entonces ya era mayúsculo.
"Molesta el repudio de la gente, tal vez tengan margen por lo que ocurrió pero cuando San Lorenzo se puso 2 a 1, la cancha enmudeció. Cuando se sintió ese silencio atroz, quizás eso se transmitió a la cancha", había sostenido temprano el volante, que no jugó aquel partido ante San Lorenzo, por radio Del Plata.
Tras cartón dio su experiencia de haber "jugado en la cancha de Boca, y ganando 2 a 0 la hinchada de ellos se nos caía encima".
Aún sin haber jugado ese partido ante San Lorenzo, sostuvo que "si tengo la fiera herida, le aplasto la cabeza. Le hago cuatro, cinco, o seis. Se sabe que el animal que está herido es el que más tira a defenderse y eso es lo que pasó el otro día".
Las palabras de Ahumada sonaron mucho más picantes que las del delantero uruguayo Sebastián Abreu, quien se quejó por el drama que se armó con la eliminación de la Copa y tuvo como respuesta una bandera de repudio en el partido ante Gimnasia.
Ahumada sostuvo que aquella noche San Lorenzo les dio "un golpe duro".
Al igual que sus compañeros, Ahumada sostuvo que les "llevó dos o tres días reponernos" y dejó en claro las secuelas de la eliminación de la Copa.
"Por suerte estamos muy bien parados en el campeonato, aunque ganar el título no va a tapar todo", señaló.
Más tarde Ahumada habló por Radio Mitre y el programa Un buen Momento que se emite por La Red, seguramente al tomar conciencia del efecto que habían causado sus primeras y explosivas expresiones.
"Tal vez no me haya expresado de la mejor manera. Me equivoqué en nombrar a Boca. Sentí decirlo particularmente porque me molestó y me generó muchísima bronca un hincha de River en particular, que me comparó con los jugadores de Boca y decía que no éramos como ellos", argumentó Ahumada.
Y se esforzó por justificar sus urticantes declaraciones: "Quería tocarle el orgullo al verdadero hincha de River, que alienten al equipo. Yo estoy pidiendo un verdadero apoyo. Quiero que el hincha se enoje y vaya a alentar como nunca. El que quiere la camiseta que aliente pase lo que pase. Necesitamos que nos alienten, nos gusta y nos da ánimo".
Por último, se atajó por lo que puede llegar a ser la consecuencia de sus dichos: "Me muero si no puedo jugar más en River. Me da miedo que puedan mal interpretarse mis dichos y que tenga que pagarlo de esta manera. Cuando siento algo lo digo".
