"Sin mí estaría muerta. Fui yo quien aseguró que fuera llevada al hospital", añadió el hombre de 73 años según un artículo del diario "Osterreich", citado por la agencia DPA, que señala que Fritzl quiere presentarse como un salvador.
Kerstin y dos de sus hermanos estuvieron toda su vida encerrados junto con su madre, Elisabeth, en un sótano sin ventanas.
El periódico también lo cita afirmando: "Podría haber matado a todos y entonces nada hubiera pasado, y no estaría sentado aquí. Pero llevé a Kerstin al hospital".
En tanto, el hombre declaró por más de dos horas ante el fiscal que lleva la causa, Christiane Burkheiser, ante quien el acusado se mostró "cooperativo".
El interrogatorio se centró en la trayectoria personal del acusado, informó el portavoz de la fiscalía, Gerhard Sedlacek. (Télam).
