Benedicto XVI consideró que para afrontar esos desafíos es necesario basarse en cuatro principios fundamentales de la doctrina social católica: "la dignidad de la persona humana, el bien común, la coordinación de todas las actividades de la sociedad y la solidaridad".
Destacó que "esos instrumentos claves que surgen del contacto viviente entre el Evangelio y las concretas circunstancias sociales, ofrecen un cuadro base para analizar y afrontar los imperativos que están frente a la humanidad al alba del siglo XXI".
Entre estos imperativos el Santo Padre habló de "la reducción de las desigualdades en la distribución de los bienes, la necesaria multiplicación de las oportunidades para la instrucción, la promoción de un crecimiento sostenible y la protección del ambiente".(Télam).