La intendente de la región, Silvia Moreno, recorrió la zona y pidió calma a la población, que asciende a unos 110.000 habitantes, que viven en cientos de miles de hectáreas de bosques nativos.
Las autoridades no descartaron que la erupción provoque una situación de gravedad, como cuando en 1991 el volcán Hudson, en la misma zona, arrojó toneladas de cenizas que mataron a gran cantidad de animales.(Télam).