Ante casos de gravedad, como el haber puesto en peligro la vida o integridad física de terceros, el conductor alcoholizado podrá ser arrestado por disposición de un fiscal.
Los controles de alcoholemia se realizarán en distintas zonas de la Capital Federal y estarán a cargo de agentes de control de tránsito y de la Policía Federal, que en esos sitios dispondrán de grúas para acarrear los vehículos.
En los casos en que se disponga una "probation" también se procederá a retirarle al infractor el registro de conducir, durante el lapso de la correspondiente sanción. (Télam)