"Los estadounidenses fueron siempre un pueblo de la esperanza: vuestros antepasados vinieron a éste país con la expectativa de encontrar una nueva libertad y nuevas oportunidades", afirmó ante la multitud el Sumo Pontífice.
Si bien la ceremonia se celebró mayoritariamente en idioma inglés, algunos párrafos fueron en español, en un claro gesto hacia la comunidad hispana que representa cerca de 30% de los católicos estadounidenses.
En referencia a la creación de Estados Unidos, el Pontífice alabó a los emigrantes que llegaron al continente "con la expectativa de encontrar una nueva libertad y nuevas oportunidades".
En la ceremonia, a la que asistieron 45 mil personas Benedicto XVI advirtió asimismo a los católicos estadounidenses contra el "quebrantamiento preocupante de los fundamentos mismos de la sociedad".
En este marcó, subrayó los "signos de alienación, ira y contraposición en muchos contemporáneos nuestros", el "aumento de la violencia", "debilitamiento del sentido moral", "vulgaridad en las relaciones sociales" y "creciente olvido de Dios".
También recordó "las injusticias sufridas por las poblaciones nativas norteamericanas" y a "aquellos que de Africa fueron traídos a la fuerza como esclavos".
Además, el Papa volvió a referirse a la secularización de la sociedad y mostró su desconcierto por que ésta alcance también a miembros de la Iglesia católica, que "en lugar de actuar como fermento espiritual en el mundo, se inclinan a adoptar actitudes contrarias a la verdad del Evangelio".
De este modo, por tercera vez desde que el martes inició su viaje a Estados Unidos, el Pontífice se refirió al escándalo de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes, informó DPA.
La multitud recibió calurosamente a Benedicto XVI, quien recorrió el Nationals Park Stadium de Washington en "Papamovil", tras llegar a las 9.30 hora local (13.30 GMT) al lugar, uno de los estadios más modernos del país, inaugurado a finales de marzo por el presidente George Bush.
El Papa, que fue recibido en el estadio por el arzobispo de Washington, Donadl Willlian Wuerl, el alcalde de la ciudad, Adrian M. Fenty y el propietario del estadio, Theodore Lerner, ofició la ceremonia frente a un moderno altar.
El Papa celebró la misa junto a 14 cardenales, 250 obispos y 1.300 sacerdotes y el estadio se llenó desde muy temprano, con fieles que arribaron desde todas las diócesis de Estados Unidos.
Miles de personas se quedaron afuera del estadio, que acaba de ser inaugurado en Washington y que ya había colmado su capacidad porque los boletos para la misa habían sido distribuidos por las parroquias estadounidenses hace varias semanas.
El tenor español Plácido Domingo, que cantó durante la ceremonia el "Panis Angelicus", fue fuertemente aplaudido por la multitud.
Tras cantar, el tenor, se acercó al pontífice, besó su anilló y se arrodilló. (Télam).
