Los italianos decidían en estos comicios entre la posibilidad de que el derechista Berlusconi, de 71 años, regresara al poder o que el nuevo gobierno estuviera encabezado por Veltroni, candidato del centro-izquierda y ex alcalde de Roma, de 52 años.
Italia tiene un régimen parlamentario. Los gobiernos nacen y mueren por el indispensable voto de confianza en el Congreso. Por eso la elección de ayer y hoy fue para elegir diputados y senadores.
La clave de las elecciones está en el Senado. En la Cámara alta el premio de mayoría es regional, por lo que una serie de fatales combinaciones puede permitir al perdedor de las elecciones lograr un empate en el número de senadores, haciendo muy precaria la vida del nuevo gobierno.