"Nuestra idea es mostrar que es posible hacer recolecciones diferenciadas dentro de la ciudad y realizadas por cooperativas de recuperadores urbanos, y a la vez demostrar que es posible una política ambiental con contenido inclusivo", dijo a Télam Roberto Feliceti, integrante de la Fundación.
Experto en el tema de residuos, tras desempeñarse en la Dirección General de Política de Reciclado Urbano del gobierno porteño, el especialista explicó el proceso que se lleva adelante en la Cooperativa.
"Los asociados de la cámara llaman a la cooperativa, que con su camión van a la empresa que les entregará los residuos contra remito. La Fundación le entrega a esa empresa un certificado de que contribuye a la separación de residuos", precisó.
Más allá de este simple proceso, hay todo un concepto que hace a la responsabilidad social de las empresas, la inclusión social y el desarrollo de un componente de capacitación.
"El año pasado comenzamos a trabajar relacionándonos con distintas cámaras de la industria de la ciudad planteando el tema de la recolección diferenciada de los recuperadores urbanos, vinculando el tema ambiental, el tema social y de alguna manera el tema de la responsabilidad social empresaria", agregó.
Atento a estas posibilidades, la COMACA planteó el tema de los residuos electrónicos desde la perspectiva de ofrecerles un servicio a sus asociados: el de la recolección diferenciada que realizaba la cooperativa.
Esta alianza natural entre ambos sectores fue posible por las gestiones de la Fundación Ambiente y Sociedad, que ya tenía relación con ambas partes cuando el titular de la Fundación, Marcelo Vesentini, se desempeñaba como ministro de Medio Ambiente porteño.
"La Cooperativa Reciclando Sueños había recibido en su momento un subsidio de la ciudad, y ellos compraron un campito, al lado del barrio Los Piletones, lo que abría la posibilidad de que empezaran a hacer la recolección diferenciada", contó Feliceti.
"Firmamos un convenio en el mes de diciembre, donde participa la cámara, con sus 120 asociados, la cooperativa, y nosotros como de alguna manera garantes del proceso", agregó.
En la actualidad, trabajan en la cooperativa unas 20 personas y se espera que en un paso más adelante del proyecto, se pueda capacitarlas junto a otras 10 que habitan el barrio.
En tal sentido, Feliceti adelantó que hay un proyecto de capacitación que será financiado por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, que según estimó, estará listo para dentro de aproximadamente un mes.
El presidente de la Cooperativa Reciclando Sueños, Valentín Herrera, explicó que los 20 jóvenes que trabajan en el campo que tienen en Soldati, "están aprendiendo a manipular objetos de alto valor contaminante. Cuando terminen de estudiar no serán sólo recolectores, sino técnicos", agregó.
En tanto, Feliceti apuntó a que la experiencia no quede sólo en el ámbito de la COMACA, sino que se extienda hacia las instituciones públicas, donde existe gran cantidad de material obsoleto.
"Partimos de que hay un montón de componentes que tienen importancia económica. Lo tienen que transformar en un proyecto sostenible para la cooperativa, para lo cual, la incorporación de las instituciones públicas sería de mucho valor", concluyó.
