En un artículo de su corresponsal en Buenos Aires y bajo el título "La popularidad de la presidenta argentina se hunde en tres meses", el matutino describe la coyuntura de las últimas semanas y concluye que la jefa del Estado "pierde apoyos en su guerra contra la prensa y los agricultores".
En particular, se detiene en el reciente relanzamiento del Observatorio de Discriminación en los Medios, una iniciativa que ya fue fuertemente cuestionada por entidades periodísticas nacionales. Sin medias tintas, sostiene que con esa iniciativa el Gobierno "busca controlar el kiosco" de los medios.
Enseguida, afirma que "las malas relaciones" entre el kirchnerismo y la prensa "no son nuevas" y añade que la administración de Cristina Kirchner "considera a los medios como un elemento distorsionador de su imagen ante el público".
En este punto, señala que desde que Néstor Kirchner asumió el poder en 2003, el Gobierno no convocó "jamás" a una conferencia de prensa y, en cambio, optó por "hablar directamente al pueblo desde los discursos oficiales" y que en esas alocuciones "ha atacado a periodistas locales con nombre y apellido".
El diario ahonda en la estrategia comunicacional de los Kirchner y recuerda que Cristina Kirchner dio "contadas entrevistas", en su mayoría a medios extranjeros y nunca como Presidenta.
Es aquí donde el diario plantea la caída en la imagen presidencial. "Los altos índices de popularidad, en torno al 70%, parecían respaldar esta estrategia [de restringir el contacto con los medios]. Pero la huelga de productores agropecuarios ha generado un cambio sustancial en el statu quo de esas tirantes relaciones", analiza El País.
Hacia el final, el matutino español hace un repaso de los discursos de Cristina Kirchner a lo largo del paro del campo. Asegura que la primera caída en el índice de popularidad se produjo luego de que "los argentinos vieran cómo la Presidenta se burlaba de los manifestantes (…) y premiaba a Luis D'Elía con un puesto de honor en el palco durante sus actos durante la crisis".
