Deseosos de no tensar más las relaciones con Rusia, Francia y Alemania votaron en contra de aprobar, por ahora, el llamado Plan de Acción de Membresía (MAP, por sus siglas en inglés) para Ucrania y Georgia, que hubiese permitido el ingreso de ambas ex repúblicas soviéticas en los próximos cinco a diez años.
Pero el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, dijo que la alianza daba la bienvenida a las aspiraciones de ambos países de sumarse a la alianza. "Hoy acordamos que esos países serán miembros de la OTAN" en el futuro, dijo de Hoop Scheffer.
La OTAN sí invitó a sumarse a la alianza a Croacia y Albania, pero también rechazó aprobar el inicio del proceso de ingreso de Macedonia hasta que resuelva una disputa de nombres con Grecia, que votó en contra de la adhesión de la ex república yugoslava.
Grecia tiene una provincia norteña que también se llama Macedonia, y dice que la insistencia de la república balcánica de llamarse también así implica un reclamo territorial, o podría derivar en él en un futuro.
En su discurso durante el segundo de tres días de la cumbre en Bucarest, Bush insinuó su decepción por la decisión sobre Ucrania y Georgia, y dijo a los líderes de la OTAN que la alianza debe permanecer abierta, dar "plena y justa" atención a los países que buscan sumarse y ratificar la continuidad de su expansión.
Más temprano, en una noticia más agradable y menos divisiva para la OTAN, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, confirmó que su país enviará un batallón a Afganistán -que se espera totalice cerca de 1.000 soldados- para sumarse a la misión de la alianza en el país y al combate contra los talibanes y la red Al Qaeda.
Los cancilleres de la OTAN volverán a tratar el tema del MAP para Ucrania y Georgia en una cumbre en diciembre próximo, dijo De Hoop Scheffer, informó la agencia de noticias Europa Press.
Sarkozy y la jefa de gobierno alemana, la canciller Angela Merkel, no querían dañar las relaciones con Moscú, que había advertido de una nueva crisis Este-Oeste si la OTAN aprobaba el ingreso de ambos países.
Las dos naciones limitan con el sudoeste de Rusia, principal proveedor energético de Europa, y se ubican en rutas clave por las cuales llega el gas y el petróleo ruso. (Télam)
