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Detienen a una mujer acusada de "entregar" el robo al bingo de San Fernando

Una joven fue detenida acusada de haber sido la "entregadora" del robo de los 250.000 pesos en el bingo de la localidad bonaerense de San Fernando, hace 16 días. La sospechosa fue identificada por la policía como María Florencia Salva (25), quien trabajaba como empleada de la tesorería del bingo y presenció el momento en que un ladrón se llevó el dinero.
Fuentes policiales informaron que la joven fue detenida anoche en una sede policial, donde habría confesado su participación en el hecho en medio del llanto.

De todas formas, esa declaración ante los jefes policiales no tiene validez hasta tanto sea realizada ante el fiscal de la causa.

Se trata de la segunda detención por el caso a cargo de los detectives de la Subdelegación Departamental de Investigaciones (SubDDI) Tigre.

Según las fuentes, en el expediente ya figura otro detenido, identificado como Nicolás Carrizo (18), quien fue reconocido por testigos como la persona que salió del bingo a la carrera con el dinero robado.

Carrizo fue detenido el 14 de marzo pasado durante un operativo realizado en Ruperto Mazza al 1600 de la localidad de Tigre, en base a un identikit elaborado por testigos del hecho y a imágenes de las cámaras de seguridad de la casa de juegos.

Pero el dato más relevante es que se determinó que el detenido era hermano de un ex empleado del bingo que trabajaba en la tesorería, el mismo sector donde se concretó el robo, y había sido echado a comienzos de mes.

El robo ocurrió el 11 de marzo pasado en el "Bingo King", situado en el cruce de Madero y Constitución, de San Fernando, cuando un hombre vestido con las ropas de los empleados que trabajan allí se acercó a la tesorería, situada en el tercer piso.

El ladrón se colocó una campera y una capucha, golpeó la puerta de la administración y así ingresó al sector donde en ese momento estaban contando sobre una mesa la recaudación del día.

El ladrón se apoderó de todo el dinero, unos 250.000 pesos, sin mostrar armas y sólo mediante una intimidación verbal a cuatro empleadas de entre 22 y 26 años.

"Pongan toda la guita en la bolsa que abajo estamos todos entierrados", les dijo a las jóvenes, mintiéndoles respecto a que en la planta baja había cómplices armados.
El asaltante, que ya en la planta baja se quitó la capucha, huyó corriendo del lugar con el dinero, el cual colocó en una bolsa de consorcio que había llevado consigo, frente a la mirada de un vigilador que salió a perseguirlo pero no pudo alcanzarlo.

El caso es investigado por el fiscal de San Fernando Oscar Nuñez Barreto, quien aún procura recuperar el dinero robado ya que a los detenidos no se les encontró nada del botín.

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