A éstos, invitó a volverse hacia Jesús, para encontrar las respuestas que no pueden ser halladas por "nuestras miradas, muchas veces distraídas por los intereses terrenales, dispersivos y efímeros", señala un despacho de la agencia italiana Ansa.
Benedicto XVI habló bajo una fuerte y fría lluvia, que lo obligó a renunciar a cargar la cruz de la procesión durante las últimas tres de las 14 estaciones.
La cruz en la que murió Jesús "nos vuelve a todos hermanas y hermanos" sin "diferencias de razas y culturas", ya que Cristo "murió para liberar toda la humanidad de la ignorancia de Dios, de la violencia y el odio ciegos, de la esclavitud del pecado", sostuvo.
El Papa afirmó que ante la trascendencia del sacrificio de Jesús, muerto para salvar a los hombres, es necesario reflexionar sobre el modo en que la humanidad ha respondido y aún intenta responder a este "don sin precedentes del Señor". (Télam)