edición 7360 - visitas hoy 23206

elcomercioonline.com.ar Noticias Zona Norte

Noticias Zona Norte

Correa, Chávez y Uribe, un acuerdo después de un duro cruce

Colombia de un lado y Ecuador, Venezuela y Nicaragua del otro dieron hoy por superado el conflicto abierto el sábado pasado por la incursión de fuerzas colombianas en territorio ecuatoriano, durante una extensa e histórica deliberación del Grupo de Río, que terminó con saludos entre presidentes que un rato antes habían cruzado duros discursos.
Una condena a la violación de la frontera por parte de Colombia y su compromiso de que no se reiteraría, promesas de actuaciones conjuntas para alcanzar una salida dialogada y la revisión de las rupturas diplomáticas fueron las conclusiones salientes de un debate por momentos marcadamente áspero.

En apenas media hora y a instancias del anfitrión, el mandatario dominicano Leonel Fernández, se logró lo que apenas un rato antes parecía imposible: que el ecuatoriano Rafael Correa diera por "superado" el incidente y que aceptara el saludo del colombiano Alvaro Uribe, que después recorrió el salón para repetir el gesto con el venezolano Hugo Chávez y el nicaragüense Daniel Ortega.

La salida a la crisis llegó tras siete horas de extensos discursos, ataques y réplicas, quejas y aplausos, que desviaron hacia el flamante conflicto la agenda inicial de la cumbre de Santo Domingo, que incluía cuestiones vinculadas al desarrollo, la energía y el ambiente.

La reunión, de una inédita franqueza, terminó con una declaración que rechaza "la violación a la integridad territorial" de Ecuador, resalta "el respeto a la soberanía de los Estados", compromete a las partes a "mantener abiertos los canales de comunicación" y respalda la tarea de la comisión de la OEA que analizará en la misma frontera la situación.

La lectura de la declaración llegó tras un sorpresivo pedido de Fernández para que Uribe y Correa se estrecharan en un abrazo, un gesto que sonaba imposible por el tenor de los cruces.

El mandatario colombiano dio entonces el primer paso y caminó hasta estrechar la mano a un adusto Correa y después repitió la actitud ante Chávez y Ortega.

Hasta entonces, Uribe y Correa eran protagonistas de un combate de fondo al que rodearon, con alocuciones igual de vehementes, el nicaragüense Ortega, la argentina Cristina Fernández de Kirchner, el mexicano Felipe Calderón, la chilena Michelle Bachelet y el venezolano Chávez.

A un primer intento de Fernández de encarrilar los discursos por los temas de la Cumbre, siguió su propia afirmación de que la región no podía "darse el lujo de entrar al siglo XXI arrastrando viejas rencillas del siglo XIX".

Cuando Fernández proponía la agenda, el ecuatoriano Correa sugirió que desde el inicio de los debates se abordara la crisis, por lo que el mandatario local propuso aprobar en apenas minutos los proyectos de resolución de los temas del encuentro.

Aun cuando el audio de su exposición era bloqueado, Correa volvió a acusar a Colombia por la violación del territorio ecuatoriano y a defenderse de las acusaciones de Uribe.

En esa primera intervención, Correa tuvo palabras fuertes para Uribe, a quien llamó "mentiroso", "insolente", "portavoz de expresiones infames" y "promotor de calumnias y falacias", y lo acusó de "agravar con sus políticas un conflicto que tiene repercusiones en la región".

De inmediato y durante una hora, Uribe hizo un detallado relato del operativo en el que tropas de su país mataron a Raúl Reyes, número dos de las FARC, del que, admitió, no avisó al Ejecutivo ecuatoriano, que "nunca colaboró en el combate al terrorismo", aunque reconoció que fue en territorio vecino.

Con tono de queja, Uribe se declaró "sorprendido" de que se hablaba "de la incursión colombiana en Ecuador, pero nadie habla de las acciones de las FARC", y remarcó que el ataque de las fuerzas de su país "no fue contra población civil, sino contra un tenebroso grupo terrorista".

Correa volvió a pedir entonces la palabra y, en apenas cinco minutos, logró incomodar a Uribe. Cuestionó "las políticas militaristas" del colombiano, le reclamó que se deje de "falacias", lo llamó "nostálgico del comunismo" y propuso que una fuerza multilateral "controle las fronteras que Colombia no puede controlar".

"Reconozca que no tenía ningún derecho a agredir a Ecuador y comprométase a no agredir más a un país vecino", pidió Correa a Uribe y se preguntó "dónde está la seguridad, dónde están los soldados, si usted admite que los guerrilleros colombianos atraviesan las fronteras sin oposición".

A ese clima fuertemente tenso se llegó pese a que el plenario se inició con demoras justamente por dos reuniones previas que buscaban atemperar los ánimos: una de Correa, Chávez, Ortega y el guatemalteco Alvaro Colom, y otro entre Uribe y Calderón.

Después, Calderón celebró la "valentía" de sus colegas para expresarse cara a cara sus posiciones y pidió a ambos que trabajen para construir "puentes de entendimiento".

Ortega, que ayer había roto relaciones con Bogotá, reclamó a Uribe que se convenza de que "la paz se va a alcanzar no por las fuerzas de las balas, sino por el diálogo y la negociación".

Fernández de Kirchner, a su turno, aseguró que "el terrorismo no se combate con la violación a los derechos humanos y la ilegalidad no se combate con la ilegalidad", y, en un reproche indirecto a Colombia, consideró "importante que no ingrese en la región la doctrina de la unilateralidad".

Bachelet exhortó luego a "un esfuerzo" para superar el diferendo, juzgó "indispensable que la soberanía y la inviolabilidad territorial sea uno de los elementos a respetar cada día y en cada minuto", y sentenció que Latinoamérica "no necesita ni merece conflictos como éstos".

En tanto, Chávez llamó a sus pares de la región a "cerrar definitivamente una ventana al conflicto" y pidió a Uribe "revisar la doctrina de combatir el terrorismo donde esté, porque esa es la doctrina (del presidente de Estados Unidos, George) Bush".

Tras la catarata de críticas, Uribe pidió derecho a réplica para renovar, esta vez en un tono mucho más sosegado, su defensa de su política de seguridad y dejar claro que no está "de acuerdo con comisiones".

A partir de una serie de nuevas intervenciones, el clima mejoró abruptamente y el local Fernández pidió el abrazo, que no fue tal pero sí saludo, y la lectura de una declaración y su anexo, aprobado por aclamación, más el anuncio de Nicaragua de que reanudaba sus relaciones con Colombia.

Parte del acuerdo de hoy deberá reflejarse en la tarea de la comisión elegida por la OEA e integrada por representantes de la Argentina, Brasil, Panamá y Perú, que iniciará el fin de semana su tarea y concluirá con un informe con "recomendaciones" para los cancilleres que se reunirán el lunes 17 en Washington. (Télam)

Últimas Noticias