edición 7333 - visitas hoy 63980

elcomercioonline.com.ar Noticias Zona Norte

Noticias Zona Norte

La crisis Colombia-Ecuador baja el tono tras acuerdo en la OEA

El conflicto que abrió Colombia con su incursión en territorio ecuatoriano pareció hoy ingresar en una suerte de impasse, no sólo por el acuerdo logrado en el seno de la OEA, sino también por el tono marcadamente más calmo que eligieron las autoridades.
El tono de la jornada lo puso el consenso logrado en Washington para la aprobación de una declaración que menciona la violación del territorio de Ecuador por parte de Colombia, pero no condena a Bogotá por el hecho, y llama a una reunión de cancilleres para el lunes 17.

Quien mantuvo un áspero tono de exigencia fue el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, que volvió a reclamar "la unión de toda América latina" para repudiar la actitud de Colombia y a denunciar "la indecencia" de su par Alvaro Uribe.

Correa lamentó que Uribe, "en lugar de reconocer el abuso, lanza falsas acusaciones para involucrarnos con las FARC" y repitió que Quito "no permitirá el irrespeto a nuestra soberanía, por lo que irá hasta las últimas consecuencias".

Las palabras de Correa, tras reunirse en Brasilia con su par Luiz Inácio Lula da Silva, no reflejaron el intento de éste por "bajar el tono" a la disputa durante las dos horas de charla, que reveló el vocero del mandatario brasileño, Marcelo Baumbach.

Correa estuvo en la capital brasileña como parte de una gira para explicar el conflicto, que lo tuvo ayer en Lima y lo llevaría a última hora de hoy en Caracas.

La nueva situación puede empujar también a Uribe a dejar de lado su anuncio de que denunciaría al presidente venezolano, Hugo Chávez, ante la Corte Penal Internacional por su presunto apoyo a las FARC, por la resistencia que ese paso generó anoche en el Congreso colombiano, pero también por el propio consejo de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores.

El cuerpo, integrado por ex jefes de Estado, ex cancilleres y delegados del Congreso, advirtió que una presentación de ese tipo agravaría la crisis diplomática, al acarrear "problemas jurídicos y políticos".

Chávez, por su parte, prefirió dirigir sus cuestionamientos más a Estados Unidos que a Colombia, en un discurso ante docentes que transmitió la cadena de radio y TV venezolana. "Ellos, el imperio, quieren la guerra y nosotros somos la paz", aseguró.

"Es inevitable la confrontación con Estados Unidos, porque mientras nosotros queremos libertad, ellos quieren mantenernos encadenados; mientras nosotros queremos luces para nuestro pueblo, ellos quieren mantenernos en la oscuridad", afirmó Chávez, que reveló además que había conversado por teléfono con su colega francés, Nicolas Sarkozy, para analizar la crisis.

La Presidencia francesa confirmó la charla y reveló que Sarkozy instó a Chávez a "actuar con moderación y responsabilidad".

Las palabras algo más calmas del venezolano contrastaron con el dato de que ya se había completado el desplazamiento de 90 por ciento de las tropas hacia la frontera con Colombia, según informó el ministro de Defensa, Gustavo Rangel, quien aclaró que la medida no es contra los colombianos, sino contra "las ansias expansionistas del imperio".

La reubicación de los militares fue paralela a la disminución del movimiento en la frontera, una característica que se repetía en el límite entre Colombia y Ecuador, aunque se mantenía el paso de ciudadanos hacia uno y otro lado.

Organizaciones empresarias y de comercio de Colombia expresaron hoy su preocupación por lo que pueda pasar a partir de la ruptura de relaciones diplomáticas decidida por Quito y el malestar expresado por Caracas.

Colombia vendió el año pasado a Venezuela mercaderías por 5.210 millones de dólares y a Ecuador por 1.276 millones, según datos citados por la agencia noticiosa alemana DPA.

Estados Unidos, en tanto, entró en la misma lógica de aquietar las aguas y, tras el rotundo respaldo que ayer dio su presidente George Bush a Uribe, hoy la vocera de la Casa Blanca, Dana Perino, señaló que la crisis "puede resolverse a través del diálogo".

Si el cambio de clima se confirmara, podrá comprobarse desde mañana en Santo Domingo, en la vigésima cumbre del Grupo de Río, una reunión que estará marcada por la crisis y el papel que varios países -Brasil, Uruguay, la Argentina y México, entre otros- pretenden jugar para avanzar en una salida.

Aunque el temario formal del encuentro de presidentes y cancilleres no incluye la crisis, está claro que en la mesa de egociaciones estará el reciente acuerdo logrado en la OEA y su implementación y la marcha de las negociaciones para alejar el fantasma de un enfrentamiento aun más complejo. (Télam)

Últimas Noticias